Tercera Ronda electoral

Difícil de encontrar infraestructura más necesaria, más polémica y más enmarañada que la denominada Tercera Ronda en construcción de A Coruña. Es un vial transversal esencial para una ciudad peninsular circundada por el mar, asfixiada por el tráfico y la falta de accesos. Hace ya una década que Xunta y Ayuntamiento acordaron su construcción y casi un lustro que comenzaron las obras. Pero se suceden los gobiernos y las elecciones y nadie es capaz de poner fecha para la apertura de una vía de 16 kilómetros que dotará de una segunda entrada a la capital de un área metropolitana de 400.000 habitantes.

Estará lista en 2013, dicen unos. En el mejor de los casos, aseveran otros, no quedará acabada antes de 2014. En la antesala de los comicios del 22 de mayo, los terceros de ámbito municipal en los que la Tercera Ronda centra la batalla coruñesa, se aceleran las acusaciones, las peripecias y también el deterioro de tramos ya finalizados pero imposibles de abrir por no tener continuación. Crece también la congestión viaria de A Coruña, crece todo menos el ritmo de las obras, que avanzan lentas. No hay semana desde hace meses en que no arrecien los cruces de reproches entre las tres administraciones implicadas, el Ministerio de Fomento, que construye dos de los cinco tramos, la Xunta, responsable de los otros tres, y el Ayuntamiento, que se ocupa de las expropiaciones de terrenos y deberá conservar y explotar la vía una vez construida.

La infraestructura se proyectó hace una década y lleva cinco años en obras

La Tercera Ronda atraviesa A Coruña desde las inmediaciones del estadio de Riazor hasta su salida por el campus universitario de A Zapateira y de los polígonos industriales de Pocomaco, el futuro de Vío y el de A Grela, en el que abrirá sus puertas en abril el Marineda City, un gigantesco complejo comercial de 500.000 metros cuadrados que incluye Ikea y será el tercero más grande de Europa. Calcula recibir 15 millones de visitantes anuales, afluencia considerable para una zona ya colapsada por el tráfico.

Y es precisamente en la confluencia de esos polígonos y esa macroárea comercial donde se sitúa el nudo gordiano de la Tercera Ronda: allí están sus dos tramos centrales y los más retrasados. La Xunta adjudicó la construcción del que le corresponde en octubre, con la promesa de terminarlo a finales de 2012. Pero las obras siguen sin arrancar por la polémica sobre las expropiaciones en las que están enzarzados el Ejecutivo gallego, del PP, y el Ayuntamiento, gobernado por PSOE y BNG. Se acumulan problemas urbanísticos, trámites administrativos y reajustes de un trazado que decidió la Xunta en 2003 cuando era director de Obras Públicas el ahora conselleiro Agustín Hernández y responsable de la consellería Alberto Núñez Feijóo.

El otro tramo central depende de Fomento y está ejecutado en un 40%. "En obras y con financiación suficiente para acabarse en plazo", asegura el ministerio, aunque sin precisar fecha. El plazo de 39 meses de ejecución de una obra iniciada en 2009 debería concluir en 2012. "En el mejor de los casos no estará antes de 2014", denuncia el PP, que blande la consignación de las partidas en los Presupuestos del Estado, insuficiente dice, y una reciente respuesta de Fomento que habla "de ajustes presupuestarios por la crisis". Y sin esos dos tramos, la Tercera Ronda no tiene sentido.