Lalín dedica más de 12 millones a su nuevo consistorio
El 'castro tecnológico' se termina gracias a las ayudas de la Xunta
Seis años y al menos 12 millones de euros después, el nuevo consistorio de Lalín está a punto de ser estrenado. Orgullo del alcalde, Xosé Crespo (PP), y blanco de las críticas de la oposición, que protesta por su elevado coste, la obra lleva succionando el grueso de los fondos municipales desde que empezó su construcción. El edificio engloba una estructura de más de 8.400 metros cuadrados con una torre central acristalada que se eleva hasta los 27 metros.
El concurso de ideas para la obra, resuelto a finales de 2004 con un presupuesto de nueve millones, eligió la propuesta de los arquitectos Luis Mansilla y Emilio Tuñón, que diseñaron una estructura en edificios circulares acristalados que imitaba un poblado prerromano. El castro tecnológico, como dieron en llamarlo, tuvo que ser rediseñado eventualmente: algunos edificios se eliminaron y la torre central ganó altura. Una comitiva de arquitectos acudió ayer a Lalín para ver de cerca el prodigio arquitectónico, que acumula reseñas en revistas especializadas.
La obra recibe este año 100.000 euros de la Consellería de Cultura
La oposición no comparte el entusiasmo. El secretario de organización del PSdeG, Nicolás González, insiste junto al portavoz local, Manuel Gónzalez Aller, en que la obra es un pozo sin fondo que hipoteca las inversiones municipales. Los trabajos se iniciaron en 2006, antes de la crisis, a cargo de la empresa Proinsa, en unión temporal con FCC. Mientras la burbuja inmobiliaria se seguía hinchando, el Ayuntamiento pagó escrupulosamente y aceptó un incremento del importe hasta 12 millones. Pero en 2008 el pinchazo de la economía dio al traste con Proinsa, que acabó suspendiendo pagos. La obra estuvo parada casi un año entre 2008 y 2009, hasta que FCC se hizo cargo.
Tras las elecciones, la sintonía entre la nueva Xunta y el Gobierno local dio un espaldarazo al proyecto estancado, que empezó a recibir ayudas. Solo para 2011, la Consellería de Infraestruturas cedió a Lalín 517.000 euros para el consistorio, por algo más de 300.000 de Presidencia. Cultura también se sumó al carro, con 100.000, que junto a la aportación municipal suman 1,5 millones de euros. A ello hay que añadirle los más de 600.000 que, apunta González, ha aportado la Diputación de Pontevedra para sufragar mobiliario. Así y todo, el Ayuntamiento, con más de 700.000 euris, dedica la mitad de su presupuesto al nuevo edificio. Las ayudas de la Xuntahan dado oxígeno a una corporación que también afronta anualmente el pago de más de 400.000 euros por el polideportivo Lalín Arena, inaugurado el pasado octubre y que costó 8,5 millones.
"Es excesivo para un municipio de 20.000 habitantes", señala Xesús Cordeiro, edil del BNG, que considera que entre liquidaciones, mobiliario y urbanización, el coste puede alcanzar los 15 millones. "Mientras, hay zonas sin alcantarillado ni agua corriente, no se limpian caminos ni se promociona el comercio local", censura. González acusa al alcalde de renunciar a las negociaciones con la Consellería de Infraestruturas por una rebaja en el peaje de la autopista A-53 -la más cara de Galicia- para no incomodar al departamento de Agustín Hernández.
Un portavoz municipal niega las acusaciones. "El gasto para una obra de este nivel es ajustado. En unos locales que compró el bipartito para la oficina de empleo el gasto por metro cuadrado fue mayor", asegura. También insiste en la necesidad de llevarla a cabo. "El Ayuntamiento está invirtiendo 100.000 euros anuales en alquileres para sus departamentos", aduce. El alcalde Crespo espera tener lista la obra antes de las municipales de mayo.
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