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Atraco con rehenes por una litrona y una entrevista

Un delincuente común protagonizó ayer una rocambolesca peripecia en pos de los anhelados cinco minutos de gloria. El hombre, de 44 años, armado con dos cuchillos jamoneros, irrumpió a las 13.20 horas en una sucursal de la CAM de Alicante, en las inmediaciones del barrio de las Mil Viviendas. El atracador cambió el inicial móvil del robo por una litrona y una entrevista.

El asaltante amenazó con las intimidatorias armas blancas a los empleados y clientes de la sucursal (cuatro personas) y les conminó a permanecer en el interior del local. Los rehenes obedecieron y pensaron que el fin del asaltante era el robo. Pero el único botín que reclamó a cambio de liberar a los rehenes fue una litrona y una entrevista con periodistas.

Nada más comenzar el atraco, agentes de la Policía Nacional rodearon la sucursal. Y entró en escena el mediador (un policía). Su papel, según la comisaria de Alicante, fue clave para el desenlace del secuestro. "El mediador convenció al atracador para que liberara a los rehenes y cuando ya estaba solo él en la sucursal, y aprovechando una de sus peticiones, la entrega de una litrona, entró un grupo de agentes y lo redujo", explicó un portavoz.

El singular atraco concluyó a las 15.15 horas sin heridos y con la caja del banco intacta.

La policía introduce en un coche al hombre que atracó ayer un banco en Alicante.
La policía introduce en un coche al hombre que atracó ayer un banco en Alicante.EFE
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