Un grupo de narcos se enfrenta a tiros con la policía tras matar a dos personas

"Han disparado a una persona". Un hombre se presentó en una comisaría de Cartagena (Murcia) entrada la noche del miércoles nervioso y denunciando un homicidio. Decía que había logrado escapar de una casa en la que aún permanecían varios hombres armados. Fue el inicio de una larga madrugada que acabó con un intenso tiroteo en medio del casco histórico de la ciudad en el que hubo más de un centenar de disparos cruzados. Dos personas fueron halladas muertas horas después en el domicilio del que había conseguido huir el denunciante.

Cuando los agentes se desplazaron a la zona, fueron recibidos con balazos. Procedían de una de las ventanas del edificio y de la puerta de entrada. Pidieron refuerzos de inmediato. Uno de los atacantes, bajo los efectos de las drogas, permaneció atrincherado en el segundo piso del edificio, desde donde disparaba de forma indiscriminada. Los tiros alcanzaron incluso a un hospital cercano, donde los pacientes vivieron el momento como si se "una guerra se tratara", según relató uno de los testigos. Como el edificio no podía desalojarse, se activó el protocolo de emergencia: se bajaron todas las persianas y se apagaron las luces.

El tiroteo, frente a un hospital, se prolongó durante horas

Ante la dificultad de contener al francotirador, la policía reclamó la presencia del Grupo de Operaciones Especiales. Horas después llegaban desde Valencia miembros de las GOES, que acordonaron la zona y desalojaron el edificio. Sobre las ocho de la mañana, los agentes finalmente pudieron acceder a la vivienda después de que, al parecer, los disparos de un policía derribaran al hombre que disparaba. Un médico relató después que uno de los miembros de las GOES había entrado en el centro hospitalario y que fue allí desde donde logró abatir al francotirador, que resultó herido grave de un disparo en la cabeza tras aguantar toda la noche en el piso, atrincherado frente a los agentes. Fue arrestado, pero anoche se encontraba en la UCI del Hospital Santa María del Rosell de Cartagena tras ser intervenido. La policía científica localizó después más de sesenta impactos en los alrededores del piso y treinta en la entrada de la vivienda.

La policía halló en el interior a tres personas más junto al francotirador, dos de ellas muertas. El superviviente fue detenido. Un tercer implicado fue arrestado antes de que la policía llegara a entrar en el domicilio. Horas más tarde, y lejos del lugar del suceso, se produjo la última detención.

Las primeras investigaciones apuntan, según los agentes, a "un ajuste de cuentas entre delincuentes del mundo de la droga" en el interior del piso donde se produjeron los homicidios, en la calle de Sebastián Feringán. Uno de los fallecidos llevaba muerto desde el mediodía del miércoles.

Los hombres involucrados son todos españoles de 30 a 40 años. Fuentes de la investigación señalan que unos residían en el piso de Cartagena -los fallecidos-, mientras que los detenidos "habían llegado en días anteriores a la ciudad". La principal hipótesis es que los protagonistas del tiroteo accedieron a la vivienda el miércoles, armados, y mataron a dos de las personas que vivían en el piso.