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El PP hace la campaña en la Asamblea

Los populares se apropian del Parlamento regional para atacar a sus oponentes en los próximos comicios y lanzar sus consignas electorales

Jesús Sérvulo González

El PP de Madrid tiende a confundir las instituciones con la política. Su mayoría holgada en el Parlamento regional le lleva a considerar que la Cámara legislativa, donde se debaten y aprueban las leyes autonómicas, es territorio propio. Ante la proximidad de los comicios municipales y autonómicos, el grupo popular utiliza el Parlamento regional como tribuna electoral para atacar a sus principales rivales políticos y lanzar sus consignas.

En la última sesión, celebrada el jueves, utilizó sus preguntas de control a la gestión del Gobierno de la Comunidad de Madrid para cargar contra la delegada del Gobierno, Amparo Valcarce, número dos en la lista electoral socialista; y contra Pedro Castro, alcalde de Getafe.

El consejero de Transportes comparó a Pedro Castro con Mubarak
"Parecen una banda de 'hooligans", señala la portavoz socialista

Una diputada popular preguntó, casualmente, al consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, sobre la tasa de criminalidad en la Comunidad. Hace apenas dos semanas, en un acto en Alcalá, Granados pasó de puntillas por la cuestión y alabó la buena colaboración entre la Delegación del Gobierno y el Ejecutivo regional. Pero los vientos electorales provocan cambios de opinión. La pregunta parlamentaria brindó la oportunidad al secretario general del PP para cargar contra Valcarce. El consejero de Interior reclamó la dimisión de la delegada y la acusó de "estar bailando la sardana cuando hay un asesinato cada cuatro días". Y agregó: "es imposible que una persona inelegible por ley permanezca más tiempo como delegada del Gobierno. Es impresentable que siga dando mítines, lo que tiene que hacer es dimitir". La bancada popular prorrumpió en una sonora algarabía para celebrar las palabras del consejero. La andanada de Granados provocó la reacción de los socialistas. "Parecen una banda de hooligans. No se puede utilizar el Parlamento para que el consejero de Interior ataque a la delegada del Gobierno. Granados comparece aquí como consejero, no como secretario general del PP de Madrid", manifestó la portavoz socialista Maru Menéndez. Valcarce pidió ayer "lealtad institucional" a la Comunidad de Madrid y reclamó que "no juegue sucio" en temas de delincuencia, según informa Efe.

Pero el PP tenía más artillería en la Asamblea. En la sesión parlamentaria del jueves, el consejero de Transporte, José Ignacio Echeverría, también recibió una pregunta formulada por un diputado popular que le permitía atacar al alcalde de Getafe, Pedro Castro. Echeverría aprovechó que le preguntaron sobre la situación en que se encuentra la línea 3 del metro hasta El Casar en Getafe para criticar "el planeamiento hereditario estilo Mubarak: primero el papi y después el nene" de Castro. Echeverría culpó al regidor de Getafe del retraso en la línea del metro. Y en su argumentación, espetó: "El alcalde de Getafe retuerce la realidad, miente, trata de engañar a sus vecinos; en definitiva, piensa que los getafenses son tontos y de eso nada, y lo vamos a ver el próximo mes de mayo". La diatriba del consejero de Transportes fue propia de un mitin electoral.

Getafe es uno de los principales objetivos electorales del PP en las próximas elecciones. La estrategia popular pasa por endurecer el discurso en los municipios del sur para romper el cinturón rojo de la región.

Por eso, el diputado del PP Juan Soler, que compite contra Castro en Getafe, aprovechó el revuelo causado para arremeter contra el veterano alcalde socialista por incluir a su hijo en la lista electoral del PSM en el municipio donde gobierna. "La democracia hereditaria de Pedro Castro recuerda a Ben Ali, Mubarak o Bachar el Asad. En Europa, una situación similar solo se produce en el Frente Nacional Francés de Le Pen", lanzó Soler.

Otro de los excesos del grupo popular en la Asamblea de Madrid es el uso de los recursos de la Cámara autonómica para hacer la campaña de comunicación de los diputados que han sido designados candidatos, como David Pérez en Alcorcón o Juan Soler en Getafe. Desde el grupo popular se envían notas de prensa, con el membrete del PP local, donde se recogen las denuncias que realizan estos candidatos a sus rivales municipales. "Ha sido una cosa puntual", se defienden fuentes del PP. Pero los comunicados en nombre de Soler y de Pérez hacia sus rivales municipales han crecido sustancialmente desde su grupo parlamentario.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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