Arte en mil pedazos

Marco Castillo y Dagoberto Rodríguez, artistas que firman de modo conjunto como Los Carpinteros, han ideado para el stand de EL PAÍS en Arco una instalación en la que el despacho de directorio de una empresa ficticia explota en cientos de pedazos que quedan suspendidos en el aire. La pieza se titula Sala de Juntas y sigue la estela de anteriores piezas en las que también explotaba el mobiliario. "En este caso, los ambientes pulcros y estériles de las oficinas se convierten en trozos caóticos suspendidos en el aire. No solo se refiere a la burocracia o al mundo financiero, es la congelación de un instante. Un momento privilegiado para el espectador, que puede penetrar ese momento detenido, ver cómo esquiva los trozos, pensar cómo te comportas en esa situación. No se refiere necesariamente a la crisis actual. Es el tipo del lugar más que la circunstancia", dice Marco Castillo.

Cubanos de nacimiento, Los Carpinteros han desarrollado buena parte de su carrera desde La Habana, aunque llevan poco más de un año residiendo en Madrid. Con obras en importantes colecciones internacionales como la Tate Modern, el Whitney Museum, el MOMA de Nueva York, el Daros, el Pompidou o el Museo Reina Sofía, estos artistas juegan con metáforas visuales. Experimentos en los que los objetos se transforman, se hibridan con otros y cobran por ello un sentido distinto, irónico, onírico, mestizo.

Empezaron reciclando materiales encontrados, por eso les llamaron Los Carpinteros. Las ideas se convertían en pinturas y estas, muchas veces, en objetos, en esculturas. "Nuestros diseños son casi funcionales", afirma Dagoberto Rodríguez. "Están en un lindero en el que las cosas a lo mejor se alejan del concepto clásico de una obra de arte. Nos gusta caminar en ese filo en el que el objeto es ambivalente o tiene varios significados".

EL PAÍS en Arco estará en el pabellón 8, stand 8 H-16.