Los colonos de Hebrón insultan a Jiménez
La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, paseó ayer por el casco histórico de la ciudad palestina de Hebrón; el lugar en el que la ocupación israelí se muestra con mayor crudeza. Allí viven incrustados unos 800 colonos israelíes que, protegidos por miles de soldados, consideran que este pedazo de territorio palestino les pertenece por mandato divino. Fueron esos colonos los que recibieron ayer a Jiménez al grito de "nazi" y "antisemita".
Jiménez se trasladó a Hebrón para visitar los proyectos de reconstrucción de viviendas palestinas que financia España. La idea de esos proyectos es que los palestinos vuelvan a habitar el casco antiguo, que se ha ido despoblando paulatinamente como consecuencia, entre otras cosas, de la violencia. Escoltada por numerosos miembros de los servicios de seguridad israelíes, Jiménez visitó una escuela taller y caminó por las callejuelas de la Medina.
Todo iba bien, sin mayor tensión que la habitual en Hebrón, una ciudad sembrada de alambre de espino y torres militares, cuando, al doblar una esquina, un grupo de colonos recibió a la ministra con pancartas en las que se leía: "Hace 500 años España expulsó a los judíos. ¿Quiere ahora España expulsar a los judíos de Hebrón?". En seguida empezó el griterío. Destacaban los insultos del coordinador de la protesta, Noam Arnon, portavoz de los colonos de Hebrón, micrófono en mano. "¡Váyase a su casa, antisemita!, ¡nazi!". Jiménez restó importancia al incidente. "Han sido insultos aislados", dijo. El ministro de Exteriores de Israel Avigdor Lieberman mostró a su colega española su pesar por los "ataques personales" recibidos.
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