_
_
_
_
Reportaje:

Goles para un Dépor herido

Xisco y Sand llegan para ocupar una plaza vacante desde 2008

El Deportivo empezó a echar de menos a un delantero centro cuando sobre la bocina del mercado de fichajes del verano de 2008 su presidente Augusto César Lendoiro aceptó una oferta por Xisco. No puede reprochársele la decisión. El Newcastle pagó ocho millones de euros por un futbolista que apenas sumaba una treintena de comparecencias en la máxima categoría, un punta no excesivamente virtuoso que había acreditado una cierta solvencia a partir de su fortaleza para manejarse en solitario ante las zagas rivales. Se fue a Inglaterra y fue justo entonces cuando Lendoiro verbalizó una sentencia para la posteridad: "Tenemos a Omar Bravo, el Raúl mexicano". Al final el equipo llegó al gol gracias a la aportación de los hombres de segunda línea, de Lafita, Verdú o Riki, que entre los tres marcaron 21 de los 48 goles que sirvieron para lograr la séptima plaza final en la Liga. Fue un apaño porque para entonces Riazor ya echaba de menos a un delantero, sensación que se acrecentó la campaña pasada y sobre todo en la presente. El último había sido Xisco porque Bodipo y Mista jamás dieron la talla. Ahora está de vuelta, cedido, como corresponde en un club que en lo deportivo se ha instalado en el cortoplacismo.

Xisco ofreció su mejor rendimiento con Lotina en el banquillo
El argentino es desconocido para el técnico, pero fue pichichi en su país

Xisco llega a préstamo. También el argentino José Pepe Sand, un tipo que camina pausado por Abegondo, inalterable ante el griterío de los niños que le demandan autógrafos y fotos. Nació en Corrientes, cerca de la frontera con Paraguay, en una de las zonas más desfavorecidas del país. Dicen que en Argentina que los correntinos tienen pausa y mesura. Sand cumple el estereotipo. "Por ahí la ansiedad la llevo por dentro", explica con voz queda. "Estoy maduro. Tengo 30 años y vengo de hacer las cosas bien en otros sitios", añade. Quizás por ello ni levantó una ceja cuando su nuevo técnico, Miguel Ángel Lotina, le dejó fuera de la convocatoria del partido del sábado en Getafe. "Tengo que coger el ritmo. Vengo de una Liga, la de Emiratos Árabes, que no es tan fuerte, pero no se me ha olvidado jugar", asegura.

Sand fue a hacer plata al Golfo Pérsico. En agosto de 2009 el Al-Ain pagó a Lanús 10 millones de euros por su ficha. En esa barriada bonaerense pasó dos años inolvidables, fue campeón, marcó el gol que valió el título en la bombonera de la Boca, fue dos veces máximo realizador del campeonato y hasta vistió la albiceleste, hitos inesperados para un futbolista que había peregrinado por seis modestos destinos después de salir de River, el vivero en el que se formó. Ahora los árabes lo traspasarían al Dépor por tres millones, pero antes asume una suerte de meritoriaje. "Mi idea es quedarme en A Coruña. Sé que si ando bien incluso se podría negociar esa cantidad", explica.

Xisco no se plantea que ocurrirá con él tras el verano. "Tengo dos años más de contrato con el Newcastle y lo normal es que regrese allí, pero quería minutos y aquí puedo tenerlos. El entrenador me conoce y sabe lo que puedo dar", matiza. Sus mejores días como futbolista fueron con Lotina en el banquillo y con el sistema de cinco defensas, dos mediocentros y tan sólo dos interiores en su apoyo. Ya no están Lafita y Wilhelmsson, pero Xisco cree que puede volver a marcar goles. Al menos el sábado en Getafe ya forzó un penalti. "A todos los delanteros nos gustaría tener veinte ocasiones de gol por partido, pero es muy complicado y hay que buscarse la vida", alerta. Su vuelta a Riazor obedece a razones deportivas, pero también sentimentales. Mallorquín de Santa Ponça, llegó a A Coruña con 16 años después de que Ernesto Bello, antes ojeador, ahora secretario técnico del club, le viera en un campeonato de selecciones autonómicas. "Dejé a mi familia y a mis amigos, me vine desde la otra punta de España para ser futbolista y lo conseguí. Tras pasar por eso ya podía irme a China si fuera preciso". Se fue a Newcastle soltero y regresa casado y con un hijo de cuatro meses, con la ilusión de criarlo donde ha "sido más feliz" y ha "estado más a gusto" y tras una dura experiencia profesional porque sólo ha podido jugar siete partidos en la Premier League. "Empecé jugando e incluso marqué en mi primer partido, pero luego hubo muchos cambios de entrenador y algunos ni se preocuparon de saber ni quién era. No me conocían y tampoco les preocupaba que estuviera allí aparcado sin jugar. No fui el único. También ocurrió con otros futbolistas extranjeros".

Al menos para Lotina, Xisco será importante. No era su primera opción, ni siquiera la segunda o la tercera. Antes del mallorquín pudieron venir el luso-congoleño Makukula, el sueco Rosenberg o jugadores sin un perfil de nueve como el mexicano Carlos Vela o el brasileño Diego Costa. De Pepe Sand las referencias que maneja el técnico son escasas, pero la necesidad obliga, los dos tendrán oportunidades: el Dépor está herido y busca el gol desesperadamente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_