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Las cuentas de una sangría

Concesionarias municipales en Jerez abandonan el servicio

En septiembre de 2007, la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez (PSOE), se comprometió a sanear las cuentas municipales en el horizonte de 2011. La crisis pulverizó los ingresos y la promesa de la regidora, que entonces estrenaba mayoría absoluta tras gobernar dos años en coalición con su ex socio Pedro Pacheco, se esfumó. En diciembre de 2009, Sánchez puso en marcha un plan de viabilidad para garantizar en los sucesivos meses "la tesorería municipal, las nóminas de la plantilla y la prestación de servicios públicos".

Su medida estrella, un ERE temporal para el 20% de la plantilla, no contó con el apoyo sindical y más de un año después de la aplicación de ese plan de saneamiento, la deuda sigue en aumento, los salarios de los trabajadores no se pagan en tiempo y forma y varias concesionarias municipales han dejado de prestar servicios por los impagos del Ayuntamiento.

La deuda de 700 millones provoca cortes de luz y el impago de nóminas

Cuando Pilar Sánchez llegó al sillón de la alcaldía en 2005 heredó de gobiernos anteriores una deuda aproximada de 400 millones. Según la última liquidación de cuentas, los débitos globales superan ya los 700 millones.

Cada mes, el Ayuntamiento debe afrontar en el pago de las nóminas de sus 2.400 trabajadores 7,5 millones de euros (incluido IRPF y Seguridad Social), en amortizaciones e intereses de préstamos bancarios 1,2 millones, en las empresas concesionarias de servicios públicos más de cuatro millones, además de los gastos corrientes e inversiones. Los ingresos mensuales ni se acercan a los gastos y los números rojos se disparan.

Varios Ayuntamientos pedáneos han pedido la intervención de la Diputación provincial por una deuda municipal que también ha provocado varios cortes de luz, el impago de nóminas a los empleados y paros parciales de la administración.

Algunas concesionarias municipales ya han abandonado el servicio. La última amenaza es de la UTE del mantenimiento del alumbrado público, que ha anunciado al Ayuntamiento, vía burofax, el cese de la actividad desde el 1 de marzo. Como respuesta, la alcaldesa ha dicho que si la concesionaria ha decidido irse, el Consistorio "facilitará su marcha". La plantilla municipal tampoco es ajena a la situación. A día 7 de febrero, el Ayuntamiento debe pagar aún el 20% de las nóminas de enero.

El Gobierno jerezano ha pedido ayuda externa y la Junta ya ha adelantando, de manera prioritaria, 1.9 millones de euros de la participación del concejo en los tributos autonómicos. Una aportación económica que viene a ser una tirita en una sangría que crece de manera desmesurada desde hace demasiados años.

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