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Egipto respira con lentitud

La sociedad, exhausta, se prepara para una larga transición

Egipto empezaba ayer a respirar. Las estructuras del régimen habían resistido sin desmoronarse el tremendo empuje de la revuelta, pero se sabían condenadas a una profunda reforma ya sin Hosni Mubarak. Los manifestantes, y la mayoría de la sociedad, habían comprobado su enorme fuerza, pero eran conscientes de que empezaba una fase de forcejeos y negociaciones. Tras 12 días estremecedores, la sociedad egipcia intentaba recuperar el pulso en el inicio de una nueva era, aún muy confusa.

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, preside la reunión del nuevo Gobierno celebrada ayer en El Cairo.
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, preside la reunión del nuevo Gobierno celebrada ayer en El Cairo.EFE

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