El Banco Popular intentará comprar cajas si no perjudican su solvencia

El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, admitió ayer que la entidad esperaba una caída de la morosidad en 2010 que no se ha producido. Cerró el ejercicio en el 5,27%. Ahora sólo se atreve a decir que espera alcanzar la cifra más alta a mediados o finales de 2011, "y seguro en 2012". Esta circunstancia, unida a la caída de márgenes por la guerra de los depósitos y las nuevas normas de prudencia que impuso el Banco de España, provocaron que los beneficios cayeran un 23%, hasta los 590 millones.

Otro de sus objetivos ha sido incrementar el capital, hasta el 9,43% de capital básico, para seguir fuerte en la crisis. Con este arma quiere aprovecharse de la debilidad de algunos competidores, ("algunas tendrán retos insuperables"), para crecer siempre que no ponga en riesgo la solvencia y la independencia del grupo. "No creemos en las fusiones entre iguales. Si no mandas, al final desapareces", sentenció Ron. Si no aparecen cajas o (o bancos) apostará por el crecimiento orgánico.

Ron alabó las reformas económicas del Gobierno, aunque dijo que "están por ver sus resultados". Justificó que se pidiera más capital a las cajas no cotizadas "porque han recibido ayudas públicas y pueden provisionar contra patrimonio. Los demás lo hacemos contra los beneficios".

La clave para mejorar la credibilidad internacional en el sistema financiero, "es hacer un esfuerzo para comunicar adecuadamente todo lo que se hace, que no lo ha hecho nadie más en Europa. Es algo que nos corresponde a todos y debemos hacerlo pronto", pidió.