La ley antitabaco vasca abre la puerta a limitar el tabaco en los campos de fútbol

La ley antitabaco vasca no será, al final, tan restrictiva como quiso su impulsora, la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, pero sí ha dado su última sorpresa, la de proponer la creación de zonas de fumadores en las instalaciones deportivas, a pesar de que la ley nacional permite fumar indistintamente.

La ley, aprobada ayer en el Parlamento por todos los grupos parlamentarios excepto UPyD -que también rechazó la ley nacional-, recoge, entre el listado de lugares en los que se prohíbe fumar, que "cuando [las instalaciones deportivas o lugares donde se desarrollen espectáculos públicos] se encuentren al aire libre y no se desarrollen actividades prioritariamente dirigidas a menores, sólo se podrá fumar en el espacio o localidades específicamente habilitados para ello".

A pesar de la claridad -prohibitiva- de la redacción, el grupo que incluyó esta matización en la norma, el PNV, negó ayer que se tratara de una prohibición y apuntó que es una novedad para "abrir el debate" en los espacios al aire libre y para ser consecuente con otras restricciones. Se trataría, según sus palabras y según las de PP, PSE y el Gobierno -que siempre se ha mostrado a favor de consumir tabaco en los estadios al aire libre-, de una manera de abrir la puerta a restricciones del consumo de tabaco en espacios como los campos de fútbol.

El texto no explica cómo se debe establecer este criterio ni incluye espacios o asientos como máximo que deban ser reservados a fumadores. El Ejecutivo tendrá que dar acceso a tratamientos para la deshabituación tabáquica, aunque un portavoz de Sanidad aseguraba que no financiarán medicamentos, pero no habrá prohibiciones como la de fumar en el coche privado con un niño dentro. La norma también incluye tres artículos en los que se piden dos estudios sobre el impacto económico en los hosteleros, uno dentro de un año y el segundo dentro de dos. Además, un tercer artículo solicita en los próximos cinco años una evaluación.

Zabaleta defendió la ley como una norma que "no trata de imponer, sino de convencer, persuadir más que sancionar". Las sanciones estarán en manos de inspectores del Ejecutivo. La Ertzaintza y la Policía Municipal podrán poner denuncias. A partir de ahora, la Dirección de Drogodependencias del Gobierno pasará a depender del Departamento de Sanidad. Fuentes de la consejería explicaron que mantendrá el carácter de dirección.