"Qué raro que con este clima no haya más bicis en la calle"
El profesor John Adams se muestra esperanzado respecto al futuro, lo que resulta un tanto extraño. Dice allí donde va que cada vez hay más coches en el mundo, más aviones cruzando el cielo y que las previsiones de crecimiento en ambos casos le ponen los pelos de punta. "Es la hipermovilidad", dice, "ahora nos movemos unos 30 kilómetros de media al día, mientras que hace unas décadas apenas pasábamos de cinco". Así lo explicaba ayer este profesor emérito de la University College London, experto en movilidad.
Adams, que inauguró el pasado martes el seminario Moure's. Reinventar la ciutat, que organiza el Centre Octubre de Valencia, matiza que la gente tiende a moverse cada vez más y más lejos, a desear su propio vehículo motorizado. El daño medioambiental es lo de menos, asegura, pues la ciencia trabaja en resolverlo. El problema es que los valores de una sociedad cambian: se vuelve menos democrática, más paranoica y anónima; decae la convivencia entre los ciudadanos. Las áreas metropolitanas crecen y crecen y la dependencia del coche es mayor. "Pero tengo esperanza", admite. "Lugares así me dan esperanza", se sincera.
"El problema está fuera del centro urbano, en las afueras", afirma
El profesor Adams entiende que cada lugar en el mundo, cada ciudad, experimenta una etapa diferente de la hipermovilidad más o menos avanzada. "Los Ángeles es el máximo ejemplo de una sociedad hipermóvil", apunta, "mientras que las ciudades holandesas, partes de Alemania, Suecia o Dinamarca, reflejan el lado contrario. De todas formas, allí, los medios de transporte más democráticos, ir en bici o a pie, están en declive, a paso muy lento pero también lo están, precisamente por el crecimiento de las áreas metropolitanas".
Al profesor le extraña que con las condiciones climáticas de Valencia no haya más ciclistas por la calle. "Qué raro", comenta. A tenor de sus palabras, la ciudad apenas pasa del aprobado: aún no somos Los Ángeles, pero tampoco Copenhague, el área metropolitana no es inasible para el ciudadano, pero el transporte público y la red de carril bici no están en su nivel óptimo. Adams advierte de que "el problema no solo se soluciona acondicionando el área urbana para ciclistas y peatones. El problema está fuera del centro, en las afueras".
El distrito histórico de Valencia, Ciutat Vella, ha perdido 10.000 habitantes en 30 años, mientras que el crecimiento del área metropolitana resulta imparable. Ricardo Marqués, doctor en Física por la Universidad de Sevilla y próximo ponente en el Octubre, asume esta expansión tanto en su ciudad como en Valencia, pero defiende la política de movilidad en su ciudad. "En el área urbana, en cuatro años, se ha promovido el uso de la bicicleta y una peatonalización sin precedentes. Lástima que esto no se reproduzca en las zonas conurbanas mediante el transporte público y las bicicletas". Marqués explica que en Sevilla se han instalado carriles bici en "todos" los grandes viales.
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