Una muerte violenta cada tres días

Los dos homicidios cometidos ayer en la Comunidad de Madrid elevan a 10 las muertes violentas registradas en la región, cuatro de ellas en la capital, en lo que va de año. Una cada tres días.

La primera muerte ocurrió el primer día de 2011, cuando fue encontrado el cadáver de un hombre degollado, tirado en un camino cercano a la carretera M-209 que une Arganda del Rey con Villar del Olmo. La víctima no llevaba documentación, tenía unos 40 años y un corte por arma blanca en el cuello.

El día 7 empezó una semana trágica en Parla. Un joven asiático de 20 años llamado Qunde Qui murió en el hospital de Getafe a causa de las heridas que le inflingieron con un arma blanca. Se produjo por una discusión previa que había tenido lugar en El cielo y el mundo, un karaoke asiático que la policía desmanteló por tráfico de drogas, prostitución y juego ilegal. El joven fue encontrado herido en el suelo, cerca del kilómetro 5 de la carretera M-408 de Parla, en medio de un charco de sangre. La Policía Nacional detuvo a tres ciudadanos chinos como posibles responsables del crimen.

Solo dos días después, el joven dominicano de 25 años Mariano Antonio Camps, conocido por todos como El Panita, murió en el interior de la discoteca New Chacal, en la zona de copas de la calle Torrejón de Parla. Había sido apuñalado en el costado derecho. Los dos locales fueron cerrados por el Ayuntamiento ante la alarma creada en el municipio. En la misma localidad, el 14 de enero murió un repartidor de prensa de 44 años, tras caer desde la furgoneta que le había robado en un descuido un individuo que se dio a la fuga. Fue detenido al día siguiente.

La primera muerte violenta en la capital se produjo el día 17. Un hombre, A. G. H., de 42 años y nacionalidad colombiana, recibió dos disparos en una vivienda de la calle Nicolás Sánchez, en Usera. Ese mismo día, Francisco N. J., de 47 años, estranguló con un cordón de zapatos a su mujer en Fuenlabrada tras mantener una fuerte discusión en su vivienda. No dijo nada y el cadáver estuvo tumbado en la cama hasta que una compañera de piso se dio cuenta. El hombre fue detenido en una plaza cercana al lugar donde se había cometido el crimen.

El día 23 fue encontrado muerto en el salón de su casa, en el distrito de Moratalaz, un hombre de 72 años. El empresario fue lozalizado atado de pies y manos y con múltiples golpes en la cara. El último fallecido hasta ayer era Jesús Muñoz García, un español de 74 años, que murió el pasado día 25 tras recibir el día anterior una paliza en un centro comercial de Pinto a manos de un ex toxicómano encapuchado. No había ninguna relación entre el asesino y la víctima, que pudo ser elegida al azar, sin motivo alguno.