Pobres y funcionarios

Según Josep A. Duran i Lleida, "si la sociedad quiere que aquí venga simplemente gente que no tenga nada de propiedad y quieren que esta Cámara al final sea una Cámara de funcionarios y de gente pobre, pues vamos por el mejor de los caminos". Aclarando después que esta gente, los pobres y los funcionarios en fin, no están preparados. No voy a adentrarme en el terrible error de asumir que toda persona bien remunerada en el sector privado está altamente cualificada y viceversa. No hay más que enumerar las profesiones mejor pagadas en nuestra historia reciente para imaginar que en tal caso nuestro Parlamento debería estar conformado por numerosos profesionales de la construcción y del sector inmobiliario. Me centraré en esa necesidad que señala el señor Duran i Lleida: "Ha llegado un momento en que hay que defender la dignidad política". Me pregunto si ha pensado en algún momento en defender la dignidad del Estado y los servicios públicos en su discurso, o ¿es más digno un político que un funcionario? ¿Quizás quiere decir que está más preparado?

A los senadores y parlamentarios ¿cómo se les selecciona?, ¿por preparación, currículo, experiencia? Lo desconocemos, pasan un opaco proceso de selección que sitúa su nombre intocable en una lista cerrada y decidida por el partido cuya composición ni siquiera se enfrenta al examen de las urnas.