Los conflictos en países árabes propician un incremento de las reservas turísticas

Las revueltas democráticas de Túnez y Egipto, dos destinos turísticos emergentes para los más importantes operadores turísticos europeos, tendrán consecuencias beneficiosas para el turismo español, particularmente para el de la Costa Blanca. "La desestabilización de toda la zona del Magreb va a provocar que consigamos este año los resultados de ocupación que pensábamos haber alcanzado en 2013 o 2014", aseguró ayer el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor.

Esto se traduce en que la previsión, en cuanto a ocupación hotelera y pernoctaciones, para el próximo verano es que Benidorm y su entorno puedan recuperar "el nivel de visitas de 2006 o 2007, antes de que nos invadiera la crisis económica general", aseguró Mayor.

El sector ya trabajaba sobre la hipótesis de que lo peor de la crisis había quedado atrás, en parte por la mejora general de la economía de Alemania y el Reino Unido, los dos principales emisores de turistas hacia la costa valenciana. Pero ahora, "los recortes que impondrán los turoperadores europeos a destinos como Turquía, Túnez, Egipto, Jordania, Siria y, en general, a toda corona africana con balcón al Mediterráneo beneficiarán a Grecia, Portugal y, sobre todo, a España".

Mayor también cuenta con que a partir del mes de marzo la nueva terminal del aeropuerto de Alicante será capaz de absorber todo el tráfico aéreo que desvíen los mayoristas a la costa alicantina.

Y, lo mejor: "Ya teníamos un 14% más de reservas para el verano que el año pasado por estas fechas, pero ahora estamos convencidos de que no hará falta lanzar las ofertas de última hora que nos merman la cuenta de resultados anual final". Es decir, que "podremos vender toda la planta hotelera a precios de contrato, sin bajar precios, lo que nos hará recuperar la rentabilidad a los niveles anteriores a la crisis", entre un 15 y un 20% más.