Cambio de traje y más calidad

Muy diferente. El 508 es el primer modelo que muestra el nuevo lenguaje estético de Peugeot, que rompe por completo con el estilo actual y apuesta por una imagen menos deportiva y más convencional. No luce un traje tan llamativo como el de su antecesor, el 407, pero es una berlina más amplia, cómoda y eficiente. Además, ahora ofrece una calidad superior a la media de su categoría, aunque este detalle se refleja en los precios. Y es que está disponible desde 23.400 euros, una cantidad superior a la de la mayoría de sus competidores (Opel Insignia, Citroën C5...).

En febrero llegará la carrocería de cuatro puertas y en abril, la SW o familiar, que costará unos 1.000 euros más. El 508 reemplaza a los 407 berlina y SW, pero no al 407 Coupé, que permanece a la venta. En 2012, la gama contará con una versión híbrida diésel que rinde 200 CV, incluye tracción 4x4 y consume solo 3,8 litros de media (99 g/km de CO2).

En 2012 se lanzará una versión híbrida diésel con 200 CV y 3,8 litros de consumo

La última evolución de la imagen de Peugeot presenta un frontal más clásico que irá aplicándose en próximos modelos. En el 508 se acompaña de una silueta estilizada y da como resultado una apariencia más elegante que la del 407, aunque con un rostro más impersonal y anodino. Por dentro, en cambio, no hay peros, porque el diseño y los acabados son notables y sitúan a este familiar casi al nivel de los modelos más valorados, como el Audi A4.

El aumento de tamaño ha permitido ampliar la habitabilidad y resolver el mayor punto débil de su antecesor: el espacio disponible en las plazas traseras y en el maletero, que son ahora generosos. El estirón lleva la longitud hasta los 4,79 metros (10 centímetros más) y da para habilitar unas plazas traseras adecuadas para todas las tallas y un maletero de 473 litros (66 más). La carrocería SW mide 4,81 metros y ofrece 518 litros de capacidad de carga.

Al igual que el interior, la mecánica refleja también un salto adelante en calidad. Para empezar, y a pesar de las mayores dimensiones, el 508 pesa hasta 45 kilos menos que el 407. La carrocería es mucho más aerodinámica (el CX baja de 0,29 a 0,26) y todo el coche transmite un tacto más cuidado. Está bien insonorizado, resulta agradable de conducir y destaca por su acertado compromiso entre estabilidad y confort. Lo que no convence tanto es que la sofisticada suspensión delantera de doble trapecio que equipan los 407 deja paso a una más sencilla (McPherson) que, aunque cumple sobradamente y es la que llevan la mayoría de berlinas, no aporta el excelente agarre y dirección que ofrecía la anterior. En el 508 esta suspensión solo está disponible en la versión GT o deportiva, que cautiva por su tacto y dinamismo.

Todos los motores gastan menos que antes y resaltan por su suavidad de funcionamiento. Hay dos 1.6 de gasolina -uno normal de 120 CV (6,2 litros y 23.400 euros) y otro turbo de 156 (6,4 y 26.300)- y cinco turbodiésel: 1.6 HDi de 112 CV (4,7 y 24.200), 1.6 e-HDi con sistema Star&stop y cambio manual pilotado (4,2 y 24.800), 2.0 HDi de 140 (4,8 y 27.350), 2.0 HDi de 163 con cambio automático (5,7 y 29.350) y un 2.2 HDi de 204 CV, también automático y exclusivo para la versión GT (5,7 litros y 37.100 euros).

El equipamiento incluye los sistemas habituales en seguridad y confort, y puede incorporar soluciones avanzadas, como asientos con masaje, climatizador con cuatro zonas de regulación y hasta luces largas automáticas.