La ira de Henry James
El novelista irlandés Colm Tóibín, autor de una novela inspirada en la figura de Henry James (The master), ha reunido en este volumen los relatos de Henry James que tienen como escenario la ciudad de Nueva York. James vivió con su familia en esta ciudad entre 1848 y 1855. Como señala Tóibín, "aquel viejo Nueva York, tal y como lo contempló entre los cinco y los doce años de edad, permaneció para siempre intacto en su memoria, como una imagen congelada, perfecta". Sí, porque desde que la familia James partió a Europa, Henry fue cargándose de rencor hacia la ciudad; un rencor que tenía su base, de una parte, en el desarrollo de la ciudad, cada vez más ajeno a su paraíso perdido de la infancia; y de otra, en que detestaba lo que consideraba la zafiedad de sus compatriotas. El gran tema de James es el de la corrupción moral y personal, tratado de tantas y tan distintas maneras sobre la base del contraste entre la ruda ingenuidad americana y la refinada impureza europea, cuya máxima expresión es su prodigiosa trilogía final. Pero en lo tocante a Nueva York "los escritos de James", dice Tóibín, "revelan, por encima de todo, cierta ira, una ira que no se parece a ninguna otra en James, la que le provocaba todo lo que había perdido y todo lo que, en nombre del progreso, se había hecho en aquella ciudad que conocía tan bien".
Nueva York
Henry James
Selección y prólogo de Colm Tóibín
Traducción de Teresa Barba y Andrés Barba
Sexto Piso. Madrid, 2010
696 páginas. 28 euros
De entre los relatos del volumen destaca, naturalmente, una pequeña obra maestra, Washington Square, donde el lector que no la conozca podrá asistir a un drama miserable maravillosamente narrado y conocerá exactamente ese lugar de Nueva York que permaneció "congelado" en el recuerdo del autor. Junto con él, el otro relato que se complementa a la perfección con éste en la medida que supone el reencuentro con el pasado es El lugar feliz (The jolly corner, también conocido como El rincón feliz), donde, bajo el velo de una historia de fantasma, se narra, utilizando como magnífico pretexto expresivo la figura del doble, el enfrentamiento de un hombre que regresa a rescatar su memoria del lugar perdido. Se basa en su tardío viaje a América en 1905 y es un soberbio ejemplo de relato de una lucha interior.
Éstas son las dos joyas del volumen que recogen por sí solas su sentido, pero hay más. La coherencia de Crawford, que no deja de recordar el tema de las conductas miserables, sucede en aquel viejo Nueva York y es inédito en español. Por el contrario, Un episodio internacional nos presenta a dos ingleses más bien cortos que no salen muy bien parados ante la animosa Miss Alden, pero su estancia en la ciudad es apenas relevante.
En cambio, Impresiones de una prima sí que da pistas sobre la actitud de James ante la ciudad. En fin, Nueva York se vuelve cada vez más inhóspita y desagradable y los relatos finales manifiestan aún más decididamente su rechazo. El libro cuenta una relación personal más que una ciudad, es cierto, pero dado que lo personal pertenece a James, me parece incuestionable su recomendación.
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