Los secuestradores habían torturado al menor liberado en Alcalá de Guadaíra

Los cinco ciudadanos de nacionalidad china detenidos en Sevilla por el secuestro de un menor de 17 años y de la misma nacionalidad torturaron psicológica y físicamente al joven durante sus cuatro días de cautiverio. Los secuestradores amenazaron con matar a la víctima o arrancarle dedos de las manos. Ayer fueron puestos a disposición judicial.

La policía informó ayer de que el menor se encontraba en el Polígono Aeropuerto de Sevilla cerrando una nave propiedad de su padre, dedicado a la venta de artículos de importación. En ese momento se acercó a él un individuo también de nacionalidad china con el fin de preguntarle por la dirección de un negocio. Mientras hablaban el joven fue encañonado por la espalda con un arma de fuego e introducido "por la fuerza" en el interior de un vehículo, donde le cubrieron la cara con un pasamontañas para que perdiese la orientación.

Tras la desaparición del menor, los secuestradores contactaron con el padre del chico para ponerle al corriente del secuestro y reclamarle la entrega de un millón de euros a cambio de su libertad, extremo tras el cual la familia del joven elevó el asunto a la policía. Durante los cuatro días en los que se prolongó el secuestro, los autores de los hechos habrían presionado en varias ocasiones a la familia del muchacho, amenazando con "matarle" o arrancarle los dedos de las manos para luego "enviarlos" a la familia.

En uno de los contactos, el propio joven pudo hablar con su progenitor, a quien dijo que le apuntaban con dos armas de fuego. El joven fue torturado con "martillazos en los dedos".

El padre realizó una primera entrega de 300.000 euros en una bolsa en un contenedor. A continuación, se produjo una persecución de 15 minutos que llevó a los investigadores hasta una "casita baja" de Alcalá de Guadaíra. Finalmente, la policía detuvo a los cinco secuestradores y liberó al menor a salvo.