Derechos y comisiones
Es curioso el poder que tienen las palabras. Uno habla de derechos de autor y solo por mencionar la palabra "derechos" da la impresión de que el que se oponga a ellos es un déspota o un delincuente. Pero existe otra palabra para designar estos "derechos" y es la palabra comisión. Un escritor se lleva una comisión por cada libro suyo que se vende. Un músico cobra comisión cada vez que se interpreta su obra o se vende un CD con sus composiciones.
De repente ya no hablamos de derechos sagrados e inalienables, solo de comisiones y las comisiones pueden ser justas, injustas o abusivas (como suelen serlo las de los bancos) y se puede debatir sobre su necesidad o conveniencia sin temor a que te arrojen a la cara otras palabras como "ladrón" o "pirata".
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