_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Ideología y pragmatismo

Los nombres que se barajan en las candidaturas de los distintos partidos para las próximas elecciones son los mismos de siempre. Da la impresión de que se esté formando una verdadera casta constituida por políticos profesionales que, año tras año, ocupan su parcela de poder en el mismo sitio o en otro. Se trata de un fenómeno que afecta transversalmente a todos los partidos y que se ha acentuado en estos tiempos de desideologización, donde resulta fácil la adaptación a cualquier propuesta por muy lejana que esté de la ideología primigenia del partido. El pragmatismo que acompaña la profesionalización se justifica de muchas formas.

Esta casta se perpetúa en las diversas manifestaciones del poder -político, económico, social- y tiende a confundir sus intereses con los del partido al que pertenece. Igualmente tiende a crear redes clientelares en torno a su posición de poder, recordándonos cada vez más a los cesantes de la España del siglo XIX.

Son muy escasos los políticos que una vez concluido su mandato vuelven a sus actividades iniciales y ajenas al escenario político. Este hecho constituye un grave problema para la salud democrática y es una de las causas tanto del creciente desapego de la ciudadanía respecto a la política (incluida la participación electoral) como de la extensión de la corrupción política.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Los partidos deberían introducir medidas correctoras de este problema y los ciudadanos pedir cuentas a aquellos que buscan perpetuarse en el poder. Sería una forma de ventilar la política y favorecer la implicación ciudadana.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_