La crisis toma vacaciones

El turismo mejora porque hay crisis económica. Tan paradójica como sencilla es la conclusión a la que el Patronato de Turismo de la Costa del Sol ha llegado tras analizar los extraños indicadores de coyuntura del año 2010, en el que pese a volver a caer el número de visitantes que llegaron a Andalucía (2,4% menos que en 2009), crecieron las pernoctaciones hoteleras (0,6%) y aumentó el negocio turístico (3,7% más en el presupuesto medio de los viajes).

La crisis económica, que golpeó con dureza al turismo en 2009 (se perdieron tres millones de visitantes), acabó en 2010 siendo su aliada porque se restringieron los viajes al extranjero y aumentó el movimiento dentro de España con estancias más prolongadas. Tras los datos subyace un elemento esperanzador para el futuro de la actividad, y es que el disfrute de las vacaciones parece ya un bien irrenunciable incluso en circunstancias difíciles.

La estancia media en la Costa del Sol ha pasado de seis a 12,4 días

"En tiempos de crisis, la gente se vuelve algo más temerosa y conservadora, no hace grandes viajes y eso produce que aumente el consumo interno porque cuando llegan las vacaciones se eligen destinos dentro de casa", explica Ana Gómez, gerente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol.

De otra forma, reconoce, difícilmente puede explicarse algunas de las peculiares circunstancias ocurridas durante 2010, como que la duración media de las estancias en la Costa del Sol se haya doblado, al pasar de seis a 12,4 días, lo que es sin duda uno de los elementos más llamativos porque choca con las últimas tendencias de dispersión de las vacaciones en distintos periodos y realizar más de un viaje al año pero más corto. "Estancias de 12 días no teníamos ya desde hace montones de años", recuerda Gómez, quien insiste en que lo ocurrido en 2010 es "algo meramente coyuntural" y que "las tendencias son otras". En estos tiempos de incertidumbre, la confianza en un destino es fundamental. El 45% de los visitantes llegados en 2010 ya habían estado al menos cinco veces en la Costa del Sol.

Al durar más el tiempo del viaje, lógicamente se incrementa también el presupuesto. No es tanto que el turista de pronto se haya vuelto más derrochador, es más posiblemente se haya apretado el cinturón y recortado el dinero que emplea en compras, ocio y gastos extras, pero pernocta y come durante más días. En la Costa del Sol el incremento del presupuesto de los viajes de los españoles se estima en nada menos que el 94%, parámetro consecuente con que se haya doblado la duración de las estancias. El presupuesto medio del viaje a la Costa del Sol se sitúa en 706,4 euros, según el patronato. En el conjunto de Andalucía, el gasto medio de cada viaje lo estima la Consejería de Turismo, Comercio y Deportes en 545,6 euros (3,7% más que en 2009).

El patronato costasoleño ha detectado un aumento de los alojamientos en los regímenes de mayor consumo en el establecimiento hotelero, (pensión completa, media pensión y todo incluido), que significan en realidad un intento de contener el gasto (normalmente suele ser más barato un paquete de este tipo que pagar alojamiento y comer por cuenta propia fuera del hotel). Además, los indicadores muestran también un incremento de los alojamientos no hoteleros, en apartamentos turísticos y en viviendas de alquiler, aprovechando el alivio de los precios de éstos. Los datos de la Costa del Sol son en este aspecto muy curiosos: ha aumentado el flujo de visitantes españoles del orden del 7%, pero ha descendido el número de quienes se alojan en hoteles un 1,9%, pese a lo cual se han producido un 5% más de pernoctaciones en ellos (dato éste que obedece al mencionado aumento de las estancias medias).