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González-Sinde contrapone su defensa del patrimonio a la de Barberá

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, pidió ayer a los valencianos que contrasten el modelo de ciudad que fomenta, basado en la defensa de los bienes históricos, con el que propugna la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

González-Sinde anunció ayer en los pasillos del Congreso de los Diputados que ejercerá su derecho a la defensa cuando tenga en su poder la querella que han anunciado Barberá y el Consell de la Generalitat por un supuesto delito de prevaricación en la orden ministerial que paralizó el plan de reforma de El Cabanyal para prolongar la avenida de Blasco Ibáñez hasta el mar.

Para la ministra, los ciudadanos deberían pensar acerca del modelo de ciudad que quieren, si el que propugna la alcaldesa de Valencia, que arrasa una zona declarada bien de interés cultural, o el que "impulsa los bienes históricos, como defiende el Ministerio de Cultura".

La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ana Botella, criticó que la "incapacidad" de la alcaldesa de Valencia para resolver el futuro de El Cabanyal le haya llevado a convertir en "un problema nacional, lo que es una cuestión local".

Jorge Alarte, secretario general del PSPV, fue más contundente en su valoración y acusó a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, de recurrir al "exceso" -el anuncio de la querella contra la ministra- para tapar "a una pandilla de presuntos criminales que han metido la mano por 40 millones de euros" en la depuradora de Pinedo.

Comerciantes

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Por su parte, la asociación de comerciantes del Marítimo (Acipmar), que el pasado mes de diciembre presentó un proyecto para eludir la confrontación política y dinamizar el barrio de El Cabanyal, tachó ayer de "golpe bajo" la decisión de la alcaldesa de "judicializar y politizar, aún más si cabe, la situación, llevando al barrio a un bloqueo total y condenándolo a su degradación social y económica". Los comerciantes, que tienen previsto analizar la suspensión de licencias de actividad en el barrio en una asamblea, exigieron a los políticos que se retome la vía de la negociación y el consenso.

En este contexto, Barberá se jactó de su anuncio de querella al constatar la reacción de los socialistas. "Con un hueso muy serio hemos topado", dijo Barberá, que acusó a los socialistas, que llevan 20 años en la oposición, de paralizar el barrio.

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