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El Gobierno amplía dos años más la ayuda especial para las almadrabas

Rosa Aguilar permite a las empresas ser observatorio científico hasta 2012

No son buenos tiempos para la pesca del atún rojo más tradicional. Las almadrabas se enfrentarán también en 2011 a otra campaña con intensos recortes. Incluso más acusados que los últimos años. Los cuatro sistemas de redes instalados en la provincia de Cádiz solo podrán pescar 630 toneladas de atún, a pesar de que las empresas sitúan el nivel de rentabilidad por encima de las 1.000 toneladas. El Gobierno compensará esas pérdidas manteniendo las aportaciones para que estas almadrabas sirvan dos años más como observatorios científicos tras la experiencia pionera de 2010. Con todo, el Gobierno ha recomendado a las compañías que se "ajusten el cinturón".

Los empresarios almadraberos y los responsables del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino se reunieron ayer en Madrid. Era la continuación del encuentro mantenido la pasada semana en Sevilla entre los gestores de estos sistemas de redes y la ministra Rosa Aguilar. Entonces ella se comprometió a buscar medidas para mejorar las perspectivas económicas de estos pescadores. La solución temporal y parcial pasa por volver a convertir las almadrabas en lugares para estudiar la evolución de la especie.

El Ejecutivo sugiere a las empresas del sector que se "ajusten el cinturón"

La crisis del sector se viene agudizando desde la última década cuando el ICCAT, el organismo internacional que vela por el mantenimiento del atún rojo, detectó un descenso alarmante de ejemplares y decidió emprender una política de recortes de capturas. Las almadrabas se vieron afectadas, a pesar de que los empresarios, los ecologistas y las autoridades políticas españolas siempre han defendido que este sistema de pesca no es tan dañino como los barcos cerqueros que actúan en el Mediterráneo. El ICCAT decidió el año pasado reducir un 4% más las cuotas de pesca para este año. Así se fijó un máximo para España que no supera las 13.000 toneladas, de las que 630 van para las almadrabas, frente a las 667 de 2010. Las empresas almadraberas reclaman al Gobierno central que incremente esta cuota porque su umbral de rentabilidad comienza en las 1.000 toneladas.

La reunión de ayer sirvió a estos empresarios para confirmar que el Ministerio no tiene intención de incrementar esta cuota. El Gobierno argumenta que no puede hacerlo legalmente, aunque da cierta esperanza al explicar que se negocia con otros países la cesión de la parte de la cuota que no utilicen para que pase a las almadrabas. Según trascendió ayer, de momento no hay avances significativos en esas conversaciones. Hay que buscar otras fórmulas.

Los almadraberos salieron medianamente satisfechos del encuentro porque los responsables del Ministerio sí cumplieron su compromiso de mantener dos años más las aportaciones económicos para que las almadrabas puedan servir de observatorio científico para el estudio del atún rojo. La primera vez fue el año pasado y sirvió para compensar en parte las semanas de inactividad que se acumularon cuando se alcanzó el tope de pesca y no se podía seguir faenando. Hay interés del Gobierno en que la almadraba no desaparezca. De momento, seguirán funcionado las cuatro, ubicadas todas ellas en la provincia de Cádiz, en Conil, Tarifa, Barbate y Zahara.

El Gobierno reconoce que solo es un paliativo y, por eso, hizo ayer un llamamiento a las empresarios a contener el gasto. Las almadrabas dan trabajo a unas 300 personas. No se descarta que en un futuro haya que aplicar algún expediente de regulación temporal de empleo para los momentos de menor carga de trabajo.

Un grupo de pescadores de Barbate durante la pesca de atún en junio de 2006.
Un grupo de pescadores de Barbate durante la pesca de atún en junio de 2006.JARO MUÑOZ

Un plan de promoción y ayudas

Las almadrabas tienen casi 3.000 años. Sistemas de redes bajo el mar que permiten capturar los atunes en sus viajes desde el frío Atlántico al cálido Mediterráneo. En Cádiz sobreviven cuatro almadrabas al peso de la historia y la economía. Muchos han podido conocer importantes detalles sobre este arte tradicional de pesca gracias al plan de promoción que el año pasado permitió convocar numerosas actividades para ensalzar el trabajo de estos pescadores y para destacar la calidad y sabor del atún rojo. Lo que más objetivos atrajo fue la visita a Barbate de algunos de los cocineros más destacados, como Ferrá Adriá o Juan Mari Arzak, invitados por el gaditano Ángel León, promotor del restaurante Aponiente.

El atún rojo se conoce ya en todo el mundo, así como la labor de la almadraba, pero este sistema de pesca no ha podido acogerse a algunas ayudas públicas que sí tienen otras pesquerías. De ahí que estas subvenciones sean reclamación continua de estos empresarios. Sería una medida de superar los momentos de inactividad que conlleva la progresiva reducción de cuota. Los almadraberos confían en que en 2011 se apruebe también el fondo de maniobra del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino que permite adquirir derechos de otras flotas nacional y aumentar ligeramente el máximo establecido internacionalmente.

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