"Hay que tratar mejor el balón"
Juanfran critica el juego y Quique dice que el equipo llegaba "en circunstancias muy malas"
Fue un asedio en toda regla. Cayeron tres goles como pudieron caer muchos más. El estajanovismo del guardameta De Gea y el instinto de supervivencia de un vestuario en el alambre evitaron que el Real Madrid cerrara la eliminatoria al 100% en el Bernabéu. Aunque el gol final de Özil decantara mucho la serie del lado blanco. Con más corazón que ideas, el Atlético salió escaldado de Chamartín tres días después de sufrir en Alicante la derrota más abultada de la temporada (4-1 ante el Hércules).
"Debíamos haber cuidado el 2-1 cuando llegó el descuento, y en un despeje hacia adentro, en una jugada absurda, nos hemos llevado un castigo muy duro. Mis futbolistas no se lo merecían... Si para algo no está este equipo es para recibir golpes anímicos", lamentó Quique Flores, explicando la sucesión de rebotes que dio lugar al tercer tanto madridista. Filipe Luis despejó el balón hacia el interior del área y Domínguez no encontró respuestas para despejar la pelota, que cayó a los pies de Özil para abrir la brecha del 3-1 en el marcador a un minuto para el final del partido.
"Puntualmente no tuvimos suerte y el árbitro nos perjudicó", se quejó el técnico
"Siempre nos pasa algo contra el Madrid, estamos resignados", contó Enrique Cerezo
Lesionado Tiago, sin nadie con el carnet al volante, el Atlético recurrió una vez más al pelotazo. Fue su único argumento. Raúl García, en su enésima oportunidad de reivindicarse como un timonel de garantías, volvió a claudicar. A los cinco minutos de la segunda parte, Quique Flores le mandó a la ducha. En su lugar entró Mario Suárez. El canterano fue el elegido que acompañó a Tiago en el centro del campo en el último derbi liguero. Tampoco hubo forma. Como era de esperar, el déficit de creadores pasó factura. "Nos ha faltado posesión, la hemos notado, pero llegábamos en unas circunstancias muy malas y se ha hecho el mejor partido posible. En el primer cuarto de hora hemos defendido en la zona de tres cuartos, lo que limitaba los espacios al Madrid, pero hemos perdido la pelota y no podíamos salir. Luego, en el segundo tiempo, hemos estado también muy atrás, pero hemos reducido mejor los espacios y no nos han creado tantas ocasiones, pero en fin, reduciendo los huecos o dejándolos el Madrid es igual de peligroso. Lo único que no quería es que corriera libre al contragolpe", explicó el preparador rojiblanco con la mirada vidriosa.
Pese a los pronósticos, José Mourinho esperaba "al mejor Atlético de todos". Si fue el de anoche, en el Calderón tienen un serio problema. "Ha sido una pena. Hemos trabajado mucho, el equipo ha dado la cara en todo momento, Forlán ha rematado al palo con empate a uno y a la siguiente jugada nos han marcado el segundo... Bueno, en el vestuario estamos mentalizados de que podemos remontar. El resultado no nos vale", expresó Juanfran, que dejó una perla: "Hay que tratar mejor el balón, y pienso que hay plantilla para hacerlo". Recién llegado de Osasuna, el extremo recibió "como una grata sorpresa" su alineación en el equipo titular. "Conoce al Atlético y yo le conozco desde los 18 años de la cantera del Madrid, ha visto jugar todos los fines de semana por televisión y por todo eso no dudaba de su calidad. Simplemente le he dado unas cuantas lecturas tácticas", enfatizó Quique, que pese a la derrota mantuvo la esperanza: "No hemos tirado la eliminatoria". De momento, los números le avalan. El Atlético no ha perdido ninguna de sus 10 eliminatorias anteriores -seis de Copa y cuatro de Liga Europa- desde que el entrenador madrileño está en el banquillo del Manzanares.
Aun así, su mensaje chocó frontalmente con el conformismo de Enrique Cerezo, el presidente. "Dentro de lo que cabe me vuelvo a casa contento, pero el último tanto no debería haber entrado... Siempre nos pasa algo contra el Madrid. Si no nos meten gol nada más empezar, lo hacen al final. Siempre nos pasa esto con el Madrid, estamos resignados", dijo. Para añadir más tensión a un ambiente ya de por sí tenso, Forlán ignoró los consejos que le llegan del club cuando le preguntan por su futuro. "¿Qué si me voy? Si llega una oferta se estudiará, pero no ha llegado", dijo el uruguayo, que durante unos minutos devolvió la ilusión a una afición decepcionada por mil motivos. "Creo que puntualmente no tuvimos suerte", remachó la faena Quique; "el árbitro nos ha perjudicado".
El Atlético se marchó de nuevo de vacío de un derbi. Los rojiblancos no vencen en partido oficial a su vecino desde octubre de 1999, cuando ganaron 1-3 en Chamartín.
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