Vecinos de El Cabanyal echan en cara a Calabuig su indefinición

Después del patinazo de hace unas semanas sobre si quiso decir prolongación o conexión, ayer había expectación en el barrio de El Cabanyal por escucharle. Joan Calabuig, cabeza de lista de los socialistas al Ayuntamiento de Valencia, propuso anoche en el Ateneo Marítimo un gran pacto entre vecinos, partidos y las tres Administraciones públicas implicadas, Ayuntamiento, Generalitat y Gobierno de España, para frenar la degradación del barrio marinero y revitalizarlo. Entre el público, miembros de la Asociación de Vecinos de El Cabanyal, del colectivo de comerciantes Acipmar, algún representante de cofradías de Semana Santa y concejales, dirigentes y militantes del partido.

Calabuig dejó claro que la prioridad de los socialistas no es definir una nueva conexión, sino crear empleo y erradicar las infraviviendas, el tráfico de drogas y la prostitución. Dicho esto, el candidato socialista por Valencia evitó las dudas creadas en el pasado e insistió en que está en contra del proyecto de prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez que promueve el PP. "Es un proyecto fracasado porque ha dividido a la gente, se ha planteado con acentos despóticos, carece de consenso, ha perdido interés para los socios privados y la justicia ha delimitado unas reglas del juego que lo hacen inviable", dijo.

El diputado reivindica la Copa del América, el puerto y la ZAL

Dicho esto, y con dirigentes vecinales presentes, Calabuig insistió en la necesidad de consenso y, si de modelos de futuro se trata, defendió el plan de rehabilitación (Pepri) encargado por el Grupo Socialista de Valencia, que consideró "una herramienta y una aproximación muy interesante porque revitaliza el barrio". Calabuig reivindicó la Copa del América, el puerto y la ZAL.

Con datos en la mano, el candidato dibujó un distrito en retroceso desde hace décadas por la inacción de los Gobiernos del PP en el Consistorio y en la Generalitat.

Pero llegó la hora de la participación y las intervenciones del público le apretaron en torno a dos cuestiones con las que el barrio está muy sensible. ¿Por qué tipo de conexión aboga? y ¿cómo es posible que el Ayuntamiento de Valencia paralice las licencias en todo el barrio cuando el abogado del Estado dejó claro que la orden del Ministerio de Cultura no tiene ese efecto? "¿Por qué no se denuncia al Consistorio por prevaricación?", reflexionó uno de los presentes.

Sobre la mejora de las conexiones, Calabuig se mostró dispuesto a negociar "porque lo que no es posible es que este barrio permanezca paralizado 5 o 10 años más". "Su propuesta de pacto", dijo desde el público Faustino Villora, de Salvem El Cabanyal, "queda en la indefinición y en ese contexto es insuficiente".

La delegada del Gobierno, Ana Botella, coincidió con Calabuig en que el contencioso de la prolongación está en el Tribunal Constitucional, informa Lydia Garrido. "Después de 20 años, el único actor que no ha hecho lo que debía es el Gobierno local", agregó la delegada.