Los partidos echan leña al incendio de la reordenación del sector público

Una vez pasadas las Navidades, los partidos han recobrado el ardor anterior a las vacaciones sobre la polémica reforma del sector público andaluz, cuyo proyecto de ley tramita el Parlamento. Los sindicatos de clase, los gremiales y las plataformas y colectivos surgidos en contra de la reordenación de la Administración han vertido también declaraciones variopintas, de modo que -lejos de calmarse los ánimos con la reconversión (y congelación) de lo que empezó siendo un decreto en proyecto de ley- se ha vuelto a reavivar el incendio.

Ayer, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, terció en la disputa sobre la amenaza de una de las plataformas de boicotear la campaña de las municipales del PSOE. Mientras un centenar de funcionarios se concentraban en el exterior del Palacio de Congresos de Córdoba, Griñán dijo que "todos los trabajadores, también los funcionarios, tienen el legítimo derecho a expresar su disconformidad", pero no está de acuerdo, "bajo ningún concepto, con los piquetes". "Hay quienes critican los piquetes, pero les parecen bien cuando son contra los socialistas". En este sentido, el también secretario regional del PSOE subrayó: "Yo estoy en contra de los piquetes en uno y otro caso, siempre, aunque algunos, como la derecha y sus aliados mediáticos, pues les parecen bien los piquetes cuando se ejercen contra el PSOE", informa Europa Press.

"La derecha ve bien los piquetes contra el PSOE", señala el líder socialista

Otros dirigentes socialistas, como el coordinador de la Interparlamentaria del PSOE andaluz, Javier Barrero, o el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, acusaron al presidente del PP de tratar de "instrumentalizar a los funcionarios en su propio provecho".

Javier Arenas -quien participó en una reunión con presidentes y secretarios provinciales de su partido en Sevilla- consideró "gravísimo" que el portavoz parlamentario del PSOE, Mario Jiménez, calificase de actitud "fascista" la amenaza de reventar los actos de su partido de la plataforma de funcionarios. El presidente del PP ironizó sobre el procedimiento que, según él, sigue el PSOE para negociar: insultar y proponer un acuerdo. "José Antonio Griñán, debería hacer un curso titulado: 'Cómo pactar desde el insulto", señaló.

El líder de IU, Diego Valderas, optó por advertir de la "peligrosa deriva" de confrontación política y sindical, que está poniendo por delante los intereses electorales a los generales de los andaluces, lo que "no beneficia" a la idea de conseguir una Administración pública mejor.

"Los insultos y las amenazas de boicoteo político o sindical sobran en este momento. Es el momento de debatir, de respetar posiciones políticas y sindicales", apostilló Valderas.

Finalmente, mientras que sindicatos como CSIF o Ustea piden la retirada del proyecto de ley y empezar de cero, el secretario general de UGT de Andalucía, Manuel Pastrana, dijo que se trata de una gran oportunidad. "Vuelven al ámbito de lo público gran parte de los servicios externalizados y se inicia la reversión de otros servicios que en principio no están incluidos en esta primera fase", explicó. Pastrana agregó: "Se ha abierto una oportunidad que vamos a pelear con uñas y dientes para garantizar los servicios públicos, la calidad del empleo, la transparencia y el control de los servicios".