El arquitecto atribuye a Fraga la idea
Para el arquitecto Peter Eisenman, responsable de la Cidade da Cultura, el proyecto solo tiene un padre: Manuel Fraga Iribarne. Bajo su Gobierno, y con Jesús Pérez Varela en la consellería del ramo, la Xunta se embarcó en una obra que ha terminado quintuplicando su presupuesto previsto inicialmente y más que doblando el extensión en metros cuadrados. Ayer, en la gala en la que los Príncipes de Asturias inauguraron la Biblioteca y el Arquivo de Galicia del Gaiás, Eisenman se lo recordó al ex presidente gallego. "Recuerde que este proyecto es su proyecto", le dijo, "y lo haremos hasta el final, usted y yo juntos". En la comisión parlamentaria de investigación habilitada durante el bipartito, el arquitecto Wilfried Wang, que formó parte del jurado del concurso de ideas en 1999, había denunciado la alargada sombra de Fraga sobre el proceso. Ninguno de los otros profesionales que participaron en aquel concurso ratificó la versión de Wang.
Pero ayer fue el arquitecto Eisenman el que se acercó a saludar a un Manuel Fraga desplazado en silla de ruedas. "Siempre que se hace algo bien, hay polémica", le expuso el arquitecto de Nueva Jersey, "pero debe estar contento en el corazón". El diseñador del complejo del monte Gaiás bromeó, o no, con el ex presidente cuando le pregunto por su edad, 88 años. "Espere a los 98 y entonces lo terminaremos", adujo. En numerosas entrevistas, el arquitecto y teórico de la deconstrucción aplicada a los edificios ha expresado su preferencia por los Gobiernos conservadores a la hora de llevar a la realidad material sus planos. Todavía el martes, aseguraba al diario Galicia Hoxe que, de volver el PP al Gobierno de España, probablemente habría dinero para finalizar el Teatro da Ópera de la Cidade.
Justo un minuto antes de encontrarse con Eisenman, Manuel Fraga había realizado unas escuetas declaraciones a la prensa. "La Cidade da Cultura es maravillosa, y es también una magnífica idea abrir ya estos dos edificios", afirmó, en referencia a biblioteca y archivo. El que fuera presidente de la Xunta entre 1990 y 2005 atribuyó las polémicas generadas alrededor de la construcción a que "los grandes asuntos se discuten seriamente en Galicia". Fraga tiró de refranero, "a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga", y finalmente confirmó a los periodistas que el acto de ayer hacía realidad un sueño particular.
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