Un funeral con prejuicios

El pasado día 20 de diciembre se celebró una misa funeraria en la iglesia de San Miguel y San Julián de Valladolid. Soy el hijo del difunto y con estas palabras me hubiese gustado agradecer la misa por mi padre, aunque no va a ser así, y eso sí que se lo he de agradecer al cura de esa parroquia. Los motivos los expongo brevemente.

Mi padre falleció en Barcelona, lugar donde se hizo el velatorio, y decidimos realizar la misa y el entierro en Valladolid. Por este motivo, le pedimos al cura si nos permitía colocar el libro de condolencias y los recordatorios a la entrada de la iglesia; nos dio permiso, no sin antes decirnos que eso no era costumbre allí, pero que nos dejaba, aunque... "como los catalanes no quieren saber nada de...". Y ese es el motivo de mi indignación, ya que durante la ceremonia hizo referencia en diversas ocasiones a la procedencia de mi padre y de su familia, entre otros muchos detalles que serían muy extensos de explicar, como el trato hacia mi padre de "cadáver aquí presente", ¿por qué no cuerpo? Sonó muy despectivo.

Quiero aclarar que mi padre y toda su familia somos vallisoletanos, y que este señor, sin conocer nada de la vida de mi padre, dejó constancia de sus agravios y prejuicios (con varios de sus comentarios) hacia unas personas que, aunque vivimos en Barcelona, nos sentimos totalmente vallisoletanos, y que decidimos enterrar a nuestro familiar en la ciudad donde nació y donde pasaba largas temporadas.

Querría recordar a este cura una de las frases que dijo en la ceremonia: "... la Iglesia, que es universal y se extiende por toda la Tierra...". ¿Cómo usted puede decir esto cuando su Iglesia, o mejor, usted, no lo ejemplifica? ¿De verdad cree que es universal? Con su permiso, lo dudo.