El joven que acusó al fraile mantiene que hubo abusos
El juzgado de Castellón determinará si prosigue con el caso o lo archiva
El joven que acusó a un fraile de haber abusado de él cuando era menor de edad y ejercía de monaguillo en Burriana y Castellón ratificó ayer ante el juez los supuestos abusos. El chico, que ahora tiene 20 años, mantuvo en su declaración que en ningún momento hubo consentimiento en los hechos ocurridos hace algo más de tres años y ratificó el relato manuscrito que presentó en el mes de mayo. El fraile, de 44 años, apartado de su entorno habitual y de cualquier contacto con menores, afirmó tras la denuncia que en las explicaciones del ex monaguillo existen contradicciones.
El juzgado número 1 de Vila-real acogió ayer, durante más de dos horas la declaración del joven, aplazada desde septiembre. Al comprobar ahora que los hechos tuvieron lugar en Castellón en 2007, se inhibió a favor de los juzgados de la capital de La Plana.La denuncia del joven que acusó al fraile de los carmelitas descalzos se centra en el delito de abusos sexuales. Estos se dan cuando existe algún tipo de engaño o prevalencia de una persona sobre otra, por ejemplo por una cuestión de autoridad, y tienen distinto grado de gravedad si hay penetración o no. El relato del ex monaguillo también incluye otros hechos que podrían ser tipificados como vejaciones, que están calificadas como faltas y que prescriben a los seis meses, tiempo que habría transcurrido ya puesto que la narración se refiere a una situación vivida en diciembre de 2007. Sin embargo, el plazo de prescripción no habría transcurrido en el caso de que el juzgado deduzca la existencia de un delito.
La denuncia del ex monaguillo incluye hechos calificados como faltas
De momento, el juez no ha determinado ni la prescripción ni la imputación del delito al fraile puesto que esta es tarea del juzgado competente, que es el de Castellón, dado que es en este término municipal donde se produjeron los hechos denunciados. Por eso corresponderá a estos juzgados determinar si prosigue el caso o lo archiva.
La denuncia contra el fraile carmelita llegó a la fiscalía a través de la propia orden que siguió, el pasado mes de mayo, el protocolo aprobado por el Vaticano días antes contra supuestos casos de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia. La orden recibió, de manos del padre del joven denunciante, un manuscrito en el que el ex monaguillo relataba los supuestos abusos de los que fue víctima hace poco más de tres años. Y fue la orden la que decidió llevar el caso ante los tribunales, tal como había dictado el Vaticano, y apartar al fraile de su entorno habitual y de cualquier contacto con menores. Antes de eso, la orden habló con el fraile y encontró contradicciones en su exposición de los hechos, por lo que decidió seguir con la denuncia del joven.
La fiscalía exigió que el escrito trasladado por los carmelitas fuera ratificado por la víctima y así ocurrió por vía electrónica. Posteriormente, en junio, remitió el caso al juzgado de Vila-real porque el joven residía en Burriana, donde también colaboraba con la orden. En septiembre, el joven, que actualmente reside en Perú, fue llamado a declarar y, tras solicitar un aplazamiento, la vista se fijó para ayer, cuando el juzgado número 1 de Vila-real acogió su declaración durante más de dos horas, en la que el denunciante confirmó lo expuesto en la misiva que sirvió para poner los hechos en conocimiento de la fiscalía.
El joven, que colaboró con la orden durante varios meses, ejerció como monaguillo aunque posteriormente el fraile le fue dando más responsabilidades, tanto en misa como en catequesis, actividades por las que llegó a pagarle 100 euros al mes. Ayer abandonó los juzgados en coche sin hacer declaraciones. Su abogado indicó que el caso sigue adelante aunque no precisó más detalles.
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