"Considero que estoy más o menos bien"
Pregunta. De cura retrechero en La señora a currante de camiseta interior en otra serie, Gavilanes. Qué bajón de glamour.
Respuesta. Sí, pero me apetecía ese bajón. El trabajo del padre Ángel volviendo del Vaticano era una cosa muy tiesa, hierática. Quería hacer algo contemporáneo, y poder moverme, hablar, improvisar incluso.
P. ¿Si los legados papales fueran como usted habría conversiones masivas?
R. Puede ser. Yo mismo no comprendía qué tiene la sotana -que, al final, no deja de ser un tipo de falda-, para levantar tantas pasiones. Hablando con mi abuela, que tiene 97, me decía: "Huy, los curas en los pueblos, y las sobrinas...".
P. Ahora se dedica a una rica heredera del aceite. ¿Siempre pica tan alto?
R. No intento picar alto, sino elegir lo que me gusta, y lo que me hace sentir bien.
P. Pero si su malvada suegra en la ficción les fastidia los contratos, podrá decirse de usted que pierde aceite.
R. Podría decirse [ríe]. Pero aceite de oliva, ¿eh? No de coche.
P. En esta serie no trabaja mucho, porque he contado unos 712 besos por capítulo.
R. Sí, la verdad es que, en el fondo, texto digo muy poco.
P. ¿La miradita esa que pone en la tele le cunde en la vida civil?
R. Cunde [carcajada]. Esa funciona.
P. ¿Lo suyo es siempre de mucha pasión?
R. ¿Verdad que sí? No sé si me ven cara de dramático. Tengo ganas de hacer una comedia. Pero en la vida cotidiana no soy así. He de decir que todos los personajes que hago son mucho más desgraciados que yo.
P."No tengo gran cosa que enseñar". ¿Está seguro?
R.¿A qué me refería cuando dije eso? Yo me considero que estoy más o menos bien, pero no soy Sylvester Stallone ni lo quiero ser. Me importa más un plano corto con la lágrima que un plano de mi torso desnudo.
P. Y sin embargo dijo en una ocasión : "Cuatro millones de personas me han visto el culo". ¿No le da vergüenza?
R. ¡Es verdad! Ja, ja, ja. Uno no lo piensa, porque te viene el director y te dice con mucho tacto: he pensado que aquí, se podría... Y contestas: pues vamos a hacerlo, pero maquilladlo, por lo menos, para que no se vea la marca del bañador.
P. ¿Se cree un pedazo de sex symbol, así como de calendario?
R. No, no es mi perfil. Yo busco ser otro tipo de actor, que puede tener esa mezcla, un Brad Pitt, un Tom Cruise, que están bien, que están fuertes, pero no son Schwarzenegger. Si no, no harían esos papeles tan bonitos que hacen.
P. Para entendernos: de mayor querría ser Brad Pitt.
R. No querría ser nadie de mayor, querría ser yo mismo, pero mejorado. Es tan difícil... Humphrey Bogart era un sex symbol... Yo lo único que intento es hacer mi trabajo lo más implicada y apasionadamente posible.
P. ¿Tiene peligro?
R. Supongo que para alguna gente puedo tenerlo. Tener peligro es más divertido.
P. ¿Qué tiene de hijo de papá?
R. Sinceramente, nada. Ya desde pequeñito me decían los profesores que no tenía nada... Y yo no sabía ni de qué me hablaban.
P. ¿Ser hijo de Curro Jiménez predispone hacia el trabuco?
R. Pues no lo sé. A mí Curro me parece un personaje entrañable.
P. Como de la familia.
R. Sí, como de la familia. Me gusta, con ese desgarro y esa fuerza.
P. ¿Le gustan los toros?
R. No me apasionan, pero vi a Jesulín en su momento, y toreaba de cojones. Yo no he visto a nadie arrimarse así.
P. En dos palabras, que diría él: im-presionante.
R. En dos palabras: de cojones.
P. Dado que es usted ahijado de Adolfo Suárez, ¿si fuera torero podría llamarse El Niño de la Transición?
R. ¿Sabe que es algo que no sabe mucha gente? No me asocian. También es verdad que yo con Adolfo... El hombre estaba tan liado... Pues El Niño de la Transición no es feo, ¿eh? Es muy marcado, pero está bien.
P. ¿En qué es imbatible?
R. No sé si soy imbatible, pero soy fuerte en ser muy cabezota y en ir a por mi objetivo.
P. ¿Y ahora cuál es su objetivo?
R. Es una pregunta complicada, porque cuando te van muy bien las cosas empiezas a no tener muchos objetivos, y eso es peligroso. Me los marco de pasitos cortos. Lo contrario no permite vivir el presente.
P. ¿Se quiere con locura?
R. Eso sí. Creo que es importante quererse para estar tranquilo y positivo.
P. ¿Debería cotizar en el Ibex 35?
R. Nunca lo había pensado [ríe]. Llegará un momento en que un actor, un Tom Cruise, de estos que venden tanto, sea un valor en Bolsa. Pero eso no existe, ¿no?
Perfil
Tiene casi 36 años, un hijo cercano a los 17 y una carcajada perenne a la que no se sustrae en toda la entrevista. Hace surf, esquía, juega al tenis y al fútbol y toca la batería en una banda improvisada de amigos, que tiene a los vecinos escoba en mano todo el día, insomnes ante tanto arte. No puede verse en la pantalla, "como le pasa a Robert de Niro", aunque concede: "A veces incluso me gusto". Sí, se cae bien.
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