La alegría en la casa del pobre
El Ibex 35 pierde un 3,03% en la primera semana del año
Poco dura la alegría en la casa del pobre. El año nuevo, al menos en sus inicios, no es muy distinto del que acabamos de dejar. Iguales tensiones e iguales incertidumbres para el inversor y por los mismo motivos que, a la postre, han deparado en la primera semana de 2011 una caída del 3,03% al selectivo Ibex 35, que se descuelga del resto de Europa con excepción de Portugal.
La semana bursátil, abierta con una jornada plana el lunes 3, ha ido de mal en peor y el viernes cerró con un recorte en la sesión del 1,46% y mucho miedo en el cuerpo. Pudo ser peor, según algunos analistas, ya que al final de la sesión del viernes la caída bursátil se contuvo después de que los inversores se animaran a comprar deuda tras conocerse unos datos de empleo en EE UU peores de lo esperado, que animan a buscar inversiones seguras. También contribuyó a paliar el descalabro el anuncio de Portugal de que su PIB creció el 1,4% en 2010 y las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, descartando que la inflación vaya a dispararse en la zona euro.
En cualquier caso, las dudas sobre la solvencia de las economías periféricas de la zona euro han resurgido con fuerza en los últimos días. Los mercados han disparado los diferenciales de los títulos españoles y portugueses ante la opinión mayoritaria de que el país vecino acabará teniendo que solicitar, y más pronto que tarde, la ayuda a la UE y ante la avalancha de emisiones de deuda que prevén realizar los países periféricos de la zona euro en los próximos días.
El detonante de la situación fueron las dificultades que tuvo Portugal el jueves al abordar su primera subasta de deuda del año. Colocó 500 millones de euros, pero a un precio desorbitado (el interés de sus letras a seis meses subió desde el 2,045% hasta el 3,686%, el más alto de su historia desde la introducción del euro).
La incertidumbre sobre la capacidad de los países periféricos de la Unión Europea para hacer frente a los compromisos con sus acreedores hizo que los inversores siguieran vendiendo bonos españoles, una decisión con la que la rentabilidad del bono a diez años se elevó hasta el 5,566% al cierre de la sesión del viernes. Comparado con el 2,874% de la deuda alemana al mismo plazo, el diferencial se situó en 269 puntos básicos, su máximo diario que le devuelve a niveles de finales de noviembre. Si bien aún está lejos de los 300 puntos básicos que llegó a rozar en aquel mes.
Volviendo al comportamiento semanal de la Bolsa española, los bancos han sido los valores más penalizados, sobre todo algunos medianos como Bankinter, que han recortado más de un 6% su cotización y grandes como BBVA y Santander, que han despedido la semana con descensos del 5,3% y del 4,1%. Ambas entidades han realizado dos emisiones de deuda en los últimos días.
Por su parte, Iberia ha sobresalido como el mejor valor de la semana, ayudada por un informe de Deutsche Bank, al revalorizarse sus acciones un 16%.
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