Messi, en todos sitios
Guardiola y su equipo llegaron el viernes a casa, justo para la cena, convencidos de que tenían los deberes hechos. Lleva Lotina jugando con cinco atrás desde la jornada nueve, cuando se jugaba la cabeza contra el Espanyol. Buscó seguridad aquella tarde y ganó 3-0. Era el 31 de octubre. Desde entonces, acumula nueve jornadas, más los cuatro partidos de Copa que le han llevado a octavos, con tres centrales y dos carrileros. No le gusta del todo, pues les cuesta un mundo llegar al área, pero ha ganado seguridad hasta afincarse en la zona templada.
Sin nada que perder, Lotina decidió que al Barça se le juega convencido de lo que haces o se pierde desde la cobardía. "Solo le ganaremos si creemos que podemos hacerlo. Y para que el equipo lo crea, debe creerlo el entrenador", avisó antes de quitar un jugador y adelantar la zaga. De perdidos al río. Así que el viernes, cuando Guardiola y los suyos llegaron a casa, pusieron la tele y descubrieron que Lotina cambiaba el plan. Listos para la derrota, mejor hacerlo con dignidad y con un plan. Guardiola y sus analistas concretaron la respuesta en el Hotel María Pita, que tiene dedicada la habitación 514 a Irureta. Tampoco es que le diera muchas vueltas al plan inicial, solo ajustó clavijas.
Guardiola decidió quitar a Alves en beneficio de Adriano y puso en la medular a Mascherano, Keita e Iniesta, un trío que no funcionó ante el Hércules (0-2) y el Mallorca (1-1). Pero el Barça no se resintió. Total, le sobra con Messi.
Al equipo le costó desenredarse de la teleraña de Lotina, hasta que Messi cayó a banda. Tan pronto como encontró un metro, activó con un pase profundo a Villa, que acercó al equipo al área como vértice del triángulo completado por Pedro en la izquierda. A Messi se le vio refunfuñar, alejado del área. Pero dio el pase del primer gol a El Guaje, desde la izquierda, y el segundo a Abidal, que anuló el árbitro, y el cuarto a Pedro. Y nada más empezar la segunda parte, robó entre los centrales, salió disparado a portería, forzó una tarjeta, y clavó la falta por la escuadra. Van 28 en 26 partidos. Juegue donde juegue, Messi lo arregla todo.
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