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Reportaje:

Rebajas de modales

Las aglomeraciones por los descuentos posnavideños pueden hacer aflorar lo peor de los consumidores - Los comerciantes prevén una campaña "excelente"

Patricia Ortega Dolz

Las rebajas nos hacen ordinarios. Las señoras casi se tiran de los pelos a la entrada del Corte Inglés, la tradicional línea de salida de esta carrera por los precios (bajos). La gente se agolpa y se empuja sin pudor en los pasillos y puertas de los centros comerciales. Los potenciales compradores amasan ropas, zapatos o complementos con ansiedad y los tiran sin cuidado si finalmente no les resultan interesantes. En las tiendas reina el caos: ropas pisoteadas por los suelos, bolsos mezclados con jerséis en auténticas montañas de no se sabe muy bien qué con carteles de "todo a 9,5 euros", zapatos sin su par... A nadie parece importarle comprar en esas condiciones porque en el ambiente reina un convencimiento que ciega las mentes: llegaré primero y me llevaré lo mejor al mejor precio. "Si vienes antes, el primer día, encuentras más cosas y mejores, y más tallas", dice Concha, ya con tres bolsas en cada mano, a la entrada de una gran zapatería del centro.

El 60% de los compradores son compulsivos y el 77% de ellos son mujeres
Caos y ropa por el suelo, escena habitual en algunos grandes almacenes

Lo curioso de esa premisa popular es que siempre se abarrotan los mismos comercios y las mismas zonas. Todo el mundo cree que va a encontrar su gran oportunidad en el mismo sitio, y eso sí parece matemáticamente imposible. En todo caso, si alguien se hace con la prenda de sus sueños en la vorágine, todavía tiene que superar la última prueba de la gincana: la cola para pagar.

En Madrid, es casi imposible dar un paso entre gruesos abrigos, bolsas, bolsos y, ayer también, paraguas, en las calles de Gran Vía, Preciados o Fuencarral -donde se concentran las grandes cadenas de ropa y complementos-; mientras, las calles adyacentes, plagadas de tiendecitas con rebajas de entre el 30% y el 50%, son remansos de paz, con percheros perfectamente ordenados, ropas perfectamente dobladas y dependientas atentas. Nada que ver con las trampas en los probadores de los grandes almacenes: "Entra tú con cinco más y luego me las pasas", le dice una amiga a otra.

Aunque las rebajas en la capital comenzaron en muchos sitios el pasado día 2 de enero, ayer, primer día del puente, fue el día grande. Al igual que dos tardes antes, la víspera de Reyes, cientos de personas caminaban con bolsas en las manos en una especie de gesto involuntario que le sacaba la lengua a la persistente crisis económica. Si en algo están de acuerdo los psicólogos sociales es que uno de los impulsos más reparadores ante cualquier crisis es el de lanzarse a comprar, aunque luego venga el arrepentimiento y vuelva la depresión. El perfil del comprador, según una encuesta realizada por la consultora RMG & Asociados, es en un 60% compulsivo y, de ellos, el 77% son mujeres que compran principalmente en centros comerciales y grandes superficies y se dejan influir por las ofertas y descuentos y por el estado de ánimo.

Este año las previsiones del sector del comercio auguran un aumento de las ventas con respecto a las rebajas invernales del pasado de entre el 2% y el 6%, y que la facturación alcance los 4.000 millones de euros. Además, para estos tiempos de crisis ya hay quien ha empezado con las rebajas al 70%, directamente, o con el "gratis total" para los 100 primeros que se lancen a comprar en paños menores.

El secretario general de la Confederación Española de Comercio CEC, Miguel Angel Fraile, explicaba ayer que la contracción del consumo en diciembre ha sorprendido a los comerciantes con más stock de lo esperado, por lo que la campaña de rebajas ha comenzado desde el primer día con descuentos muy importantes. "Prevemos una campaña excelente", decía, mientras arrancaba la pelea de las rebajas.

Altercado entre clientas de las rebajas en la entrada de El Corte Inglés de la calle de Preciados.
Altercado entre clientas de las rebajas en la entrada de El Corte Inglés de la calle de Preciados.CARLOS ROSILLO

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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