Exportémonos
Que el camino hacia la aprobación aquí pasa por triunfar allá es algo para muchos indiscutible. Pero que ese camino pase por adueñarnos de todos sus trucos está aún por saber hacia dónde nos lleva. De momento, las lecciones impartidas por Amenábar, produciendo íntegramente una cinta como Los otros con capital español y dotándola de una factura hollywoodiense, nos han traído más éxitos que fracasos. La senda de El orfanato o Buried está cada vez más transitada.
Sin ir más lejos, los artífices de estas dos cintas ya están a punto de servirnos suculentos festines con acento guiri. Bayona se encuentra ultimando The impossible, con Naomi Watts y Ewan McGregor, situada en medio de un tsunami como el que arrasó Indonesia. Y Rodrigo Cortés arrancará la paranormal Red lights junto a Robert De Niro y Sigourney Weaver.
Fresnadillo, que ya ha aprendido unas cuantas tras 28 semanas después, presentará al fin Intruders, donde abunda en el thriller sobrenatural con Clive Owen como protagonista y las pesadillas infantiles de trasfondo. Hasta el propio Daniel Brühl, que hace de cura, ha confesado que tuvo que parar de leer el guión "porque estaba acojonado". Falta saber si esta cinta le servirá de pasaporte definitivo para dirigir la esperada traslación al cine del videojuego BioShock.
En absoluto secretismo se encuentra Gonzalo López-Gallego rodando Apollo 18, sobre una misión extraterrestre supuestamente cancelada por la NASA en los setenta. Mateo Gil también nos mostrará la vida secreta de Butch Cassidy en Blackthorn, con Sam Shepard. A todas estas hemos de sumar dos: el primer largo de Chapero-Jakson, Verbo y la tensa Secuestrados, de Miguel Ángel Vivas, que recibió en el Fantastic Fest de Austin los premios a mejor película y director.
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