La policía tarda más de un año en identificar el cadáver de un danés

Más de 14 meses ha tardado la policía judicial en identificar el cadáver de Budde Fleming, un jubilado de 71 años de nacionalidad danesa que desapareció de su domicilio en Altea y al que se dio por muerto sin que se encontraran sus restos. Como consecuencia de este suceso, un ciudadano germano se pasó ocho meses y medio en la cárcel acusado de su asesinato.

El juzgado de instrucción número 4 de Benidorm recibió el 18 de diciembre la identificación del cadáver de Fleming, justo 11 días después de que este periódico se hiciera eco del caso. Según la documentación que obra en el sumario, el muerto apareció en la Partida del Azagador del término municipal de Benidorm el 9 de agosto de 2009, pero desde entonces no había podido ser identificado. El informe de su identificación especifica que estaba basada en el trabajo del técnico de restos biológicos de ADN.

La autopsia está bajo secreto de sumario y el caso sigue abierto

La desaparición de este ciudadano danés fue denunciada por uno de los dos imputados por supuestos indicios de su participación en un crimen que sigue por resolverse. Ambos son vecinos de Altea, uno de nacionalidad alemana; el otro, española.

El de origen germánico fue detenido dos meses después de advertir a la Guardia Civil de Altea que había quedado con el desaparecido para alquilarle la casa en la que residía y, de un día para el otro, había desaparecido sin dejar rastro. Estuvo encarcelado desde el 8 de octubre hasta el 21 de junio de 2010, cuando la juez de Benidorm aceptó su puesta en libertad bajo fianza de 10.000 euros. En diciembre, tras hablar el acusado con este periódico, fue llamado a declarar de nuevo por la magistrada, que volvió a decretar el secreto de las actuaciones, levantado parcialmente tras la identificación del cadáver de Fleming.

Las pesquisas policiales no han concluido en pruebas irrefutables. Más bien al contrario. La Guardia Civil peinó Altea durante semanas buscando un cuerpo que estaba en el depósito de cadáveres sin identificar. Un pelo obtenido como prueba acabó siendo de perro tras su análisis. Y una gota de sangre en el lavabo de la casa de la víctima llevó a concluir a la policía que el cadáver pudo ser descuartizado. Y ha resultado estar entero. Tampoco el registro de los domicilios de los acusados o el análisis del ordenador del detenido han aportado nada relevante a la investigación.

Budde Fleming es el cadáver que apareció calcinado cerca de una cantera abandonada, en el entorno del parque natural de Serra Gelada el 9 de agosto de 2009. De aquel hallazgo se sabe que no se intentó apagar el fuego que cubrió su cuerpo y que no había huellas ni señales de movimiento de tierra, lo que llevó a concluir que el hombre ya había fallecido cuando intentó ser incinerado. El estado final en el que quedó es imaginable sabiendo que sus llamas afectaron a algunos pinos cercanos y fue necesaria la intervención de los bomberos en pleno día.

La autopsia también descartó que estuviera maniatado o que hubiera fallecido por arma de fuego antes de quedar calcinado por las llamas, pero nada trascendió entonces de las señales internas que presentara previamente al incendio o de una posible agresión anterior a su fallecimiento. Desde que Fleming ha sido reconocido, la autopsia está bajo secreto de sumario y el caso en el mismo punto.