Pasillo a Abidal

Fue la noche de Abidal, hasta el punto de que los jugadores, según desveló Pep Guardiola, le hicieron el pasillo al llegar al vestuario. "Y no lo manteamos porque el techo era bajo", aclaró el técnico. Al defensa francés le ocurrió de todo anoche, bueno y malo, y al final saboreó las mieles del gol, de lo que apenas se acordaba.

Abidal marcó su primer diana como futbolista del Barça, el cuarto de su carrera, tras los dos que firmó con la zamarra del Lyon -en Copa en 2004 y en las semifinales de 2007 frente en la misma competición al Le Mans- y el que logró en la tanda de penaltis de la final del Mundial de 2006 que ganó Italia. En San Mamés, recibió el balón en el borde del área chica y trató de colocarlo, por más que se le fuera al centro, donde no lo esperaba Iraizoz. "Hacía mucho que no marcaba", reconoció; "pero ahora que lo he hecho, espero marcar más este año".

Sin Puyol en plenitud física y con Milito más fuera que dentro, Abidal actuó anoche de central izquierdo, puesto que le resultó resbaladizo con la selección francesa, pero al que le ha cogido el tranquillo de forma asombrosa en el Barça; no pierde la posición y corrige a su línea con la lectura táctica y su velocidad. "Menos mal que no era central", señaló hace poco Guardiola, bien orgulloso. Anoche, sin embargo, fue más que eso. No le desconcentró ese monedazo (o "galletazo", como definió con sorna el propio jugador) que le arrojó un aficionado sobre la ceja derecha -tenía un chichón vistoso cuando acabó el partido- y que le tumbó sobre el césped. Tampoco la infinidad de topetazos que se dio con Llorente en los saltos de cabeza. Ni el ensordecedor ambiente de La Catedral. "Es impresionante. No ves el momento de que acabe el partido", reconoció Guardiola. "Fue un ambiente espectacular y hostil", lo definió Xavi, que se convirtió en el jugador con más partidos (550) como azulgrana. "Abidal ha estado espectacular e inmenso, en la línea de los últimos partidos", amplió Guardiola.

Recogió el testigo Abidal, siempre con su buen humor. "Bueno, no llego muchas veces delante de la portería, pero cuando lo hago, marco", señaló con una sonrisa, al tiempo que dedicaba la diana a sus hijas, a sus abuelos y a la gente de Facebook que creó el año pasado un grupo en favor de su primer gol.

Suma Abidal 176 encuentros como azulgrana y apenas cuenta disparos a puerta. Este año, en los 19 partidos que acumula, ha tirado tres veces entre los tres palos y ninguna fuera. Su disparo de anoche, además, entró. "Estoy muy contento porque es un gol importante", señaló, tras lo cual bromeó: "Ahora me falta jugar de delantero centro...". Ahí lo hicieron ayer Messi y ocasionalmente Villa, poco entonados y nada acertado El Guaje en el remate. "Que haga o no haga gol... lo importante es que ha jugado bien", le defendió Guardiola, que ensalzó también a secundarios como Pinto, Keita y Adriano.

Frente a la alegría del Barça, la desazón del Athletic. "Ha sido increíble. Los futbolistas estaban escocidos, rabiosos en el vestuario porque hubiera sido tremendo darle la alegría que se merecía a esta afición... Hemos perdido contra el mejor equipo del mundo y por el valor doble de los goles fuera de casa", se lamentó Joaquín Caparrós.