La merma de las ayudas sociales
Estoy embarazada de siete meses y es mi tercer hijo. Las casualidades económicas de la vida no me han permitido, durante mis tres maternidades, beneficiarme de las ayudas sociales por ser mamá. En ninguno de mis embarazos cobré los 2.500 euros, ni fui recompensada en las guarderías municipales por llevar a mis hijos para poder seguir manteniendo mi puesto de trabajo. Ahora veo cómo tampoco tendré el cheque-bebé.
Sin embargo, lo que es sin duda deplorable es que las instituciones no se preocupen por la necesidad de muchas personas. Mi marido y yo nos estamos informando de los beneficios de ser familia numerosa. Entre ellos, la satisfacción de tener una gran familia como siempre quisimos. Pero las compensaciones económicas, realmente carecen de significado. Es injusto que se vayan mermando las ayudas sociales, precisamente con un Gobierno socialista. Y que afloren, como enormes girasoles, las especulaciones, el horror de quien se aprovecha del más débil y quien se lucra de las desdichas ajenas.