Feijóo pide unidad en el nuevo año y el PSOE dice que "esta Xunta es prescindible"
Con corbata azul brillante se presentó Alberto Núñez Feijóo en la Cidade da Cultura para grabar desde allí el habitual discurso de nochevieja, que los medios públicos adelantaron este 31 de diciembre al mediodía en lugar de servirlo antes de la cena. Mirando muchas veces a la cámara equivocada, el presidente hizo balance de 2010 y subrayó como logros "el mejor Xacobeo de la Historia", la fusión de las cajas y el acuerdo del dialógo social que su Gobierno firmó con empresarios y sindicatos antes del verano.
El tono institucional lo salpicó con pullas contra "los intentos interesados de que no sucediera" la integración de Caixa Galicia y Caixanova. En la semana en que los alcaldes socialistas de A Coruña, Santiago y Vigo, alzaron la voz contra su política de ayudas a las compañía aéreas de bajo coste, el presidente previno contra "los localismos que frenan el desarrollo de los ayuntamientos y los condenan a vivir en un país más pequeño". Feijóo defendió conceptos como "unidad, esfuerzo, compromiso y responsabilidad" que prometió desarrollar en su actividad política. Pidió que Galicia vea "un nuevo reto en la Cidade da Cultura" cuyos primeros edificios abren este mes.
El PSdeG acusó a Feijóo de "refugiarse en la propaganda para intentar ocultar que preside un Gobierno prescindible". A través de su nuevo portavoz parlamentario, Abel Losada, los socialistas lamentaron que la Xunta margine a las ciudades. El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, vio un mensaje "vacío, grandilocuente y pomposo" y advirtió al PP que no cuente con él para acometer recortes sociales.
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