Gabriel, último recién nacido con cheque bebé por solo 10 minutos

Diez minutos. Ese fue el tiempo que separó a los padres de Gabriel de tener cheque bebé de no tenerlo. El pequeño, con casi tres kilos de peso, nació diez minutos antes de la medianoche del 31 de diciembre. Bajo el brazo, un talón de 2.500 euros que concedía el Gobierno hasta final de 2010. El último repartido en la Comunidad Valenciana. "Pensábamos que ya no nos tocaría, la verdad", afirmó ayer la madre en el hospital de La Plana de Castellón.

En el mismo centro y a escasos metros, la madre de Claudia, de poco más de tres kilos de peso y la primera niña nacida en España en 2011, perdía la bonificación por maternidad. Pero no fue una sorpresa para sus padres. Ya se habían hecho a la idea. La fecha prevista para el parto era el día 6 de enero. El alumbramiento de Claudia quedó registrado 12 minutos después de las campanadas.

Ni ella, ni la primera niña nacida en la provincia de Valencia, a la que también han puesto Claudia; ni Marc, el pequeño nacido con el nuevo año en Alicante, tienen la paga que el Gobierno anunció hace algunas semanas que dejaría de conceder el 1 de enero, una de las medidas de austeridad presupuestaria marcada por el Ejecutivo para 2011.

A los padres, aparentemente, no pareció ayer importarles haber perdido la bonificación. Alberto fue otro de los primeros bebés nacidos en Alicante. Su padre aseguró: "El mejor cheque es tenerlo aquí, es un premio para toda la vida. A mí me da igual el cheque bebé, es el mejor regalo que hemos tenido estas fiestas".

Ni padres ni profesionales admitían que hubiera sido posible que algún parto se hubiera adelantado uno, dos o tres días para beneficiarse del cheque bebé. Algunos de los responsables de los hospitales aseguraron ayer que la cifra de nacimientos es menor incluso que la del pasado año por las mismas fechas.

A lo largo de 2010 nacieron en la Comunidad Valenciana 34.633 bebés, 4.254 de ellos en el hospital La Fe de Valencia. Todos ellos se beneficiaron del cheque bebé. Es decir, el Gobierno pagó más de diez millones de euros.