El espectáculo de los baños
Torres Torres, en Valencia, inaugura la rehabilitación de sus termas árabes, únicas por su relación con la acequia de Sagunto
El municipio de Torres Torres, a cuarenta minutos de Valencia, domina una de las llanuras del Camp de Morvedre. En poco más de 10 kilómetros cuadrados, el pueblo aloja las ruinas de un castillo, las vidas de 529 vecinos y la actividad de varios bares y casas rurales, además de los campos de cultivo que riega el río Palancia. Capítulo aparte merecen los baños árabes, un complejo del siglo XIV recién rehabilitado, único por el paisaje que ofrece en conjunción con la acequia mayor de Sagunto.
"El paisaje de la acequia justo al lado de los baños es un espectáculo, lo que más impacta", sostiene el arquitecto Carles Dolç. "Se trata de la mayor singularidad del complejo", afirma, "el elemento más valioso y que más ha condicionado la recuperación". Dolç se ha encargado de las obras de restauración desde el principio, cuando era el arquitecto municipal de Torres Torres. "El proceso empieza hace 23 años, con la primera excavación", recuerda. "Desde entonces, el trabajo ha consistido en desenterrar los baños, en rescatarlos y luego rehabilitarlos y adecuarlos al visitante", concreta. De esto ha tratado precisamente la última fase: de adecuar. "Por ejemplo, ha sido importante cubrir las lucernas con forma de estrella, así evitamos que entre el agua de las lluvias", apunta el arquitecto. Además, destaca la modernización del sistema de desagües (los baños dependen del agua de la acequia de Sagunto, que a lo largo de los siglos ha sufrido numerosas crecidas); o la recuperación del entorno original, a base de "olivos, carrascas y algarrobos".
Pese a las caras orgullosas que mostraban ayer los políticos durante la inauguración, el trabajo no siempre fue fácil. De hecho, Dolç admite que el único problema durante el proceso ha sido "financiero". "El último alcalde, ha sido decisivo", defiende.
Así, Torres Torres cuenta ahora con "los únicos baños rurales completos" de la comunidad, caso distinto de los de Llíria o Elche. Pero ojo, visitante, el complejo ya no sirve al bañista, sino a quien quiera acercarse al pasado árabe de estas tierras.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.