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Entrevista:PACHI VÁZQUEZ | Secretario general del PSdeG

"En este partido cabemos todos, pero cada uno en su sitio"

Tenía prisa en zanjar el conato de incendio y la tiene en pasar página. Pocas horas después de salir airoso de una ejecutiva que se preveía mucho más tensa, Pachi Vázquez (Carballiño, 1954) defiende el régimen de incompatibilidades impuesto, que obligará a los diputados autonómicos a poner su escaño a disposición del partido si desean ir en las listas de las elecciones municipales. El secretario general del PSdeG asegura que no podía esperar a enero para efectuar los cambios y anuncia una oposición "un punto más beligerante" con el relevo del portavoz parlamentario, Xaquín Fernández Leiceaga, por Abel Losada.

Pregunta. Una semana dura...

Respuesta. En política casi todas las semanas lo son, pero cuando crees en lo que haces, cuando tienes la ilusión de transformar Galicia y tienes los objetivos claros, lo llevas mejor. Tengo que agradecer a los cientos de compañeros, militantes y diputados, a todo el mundo, que vivió con intensidad una semana que ponía en marcha un proceso de incompatibilidades.

P. Empezó la semana con una propuesta de incompatibilidades y la cerró con un cambio de portavoz. ¿Por qué?

R. La decisión que tomamos fue enfocar la acción política del próximo semestre, que es singular. Se mezclan dos elementos clave: unas elecciones municipales que van a marcar el escenario político y el paso del ecuador de la legislatura. Con la particularidad de que, probablemente, varios diputados y diputadas van a formar parte de las listas municipales. Sería una insensatez llegar a enero con todos los deberes sin hacer. Para construir las listas, antes del 23 de enero, había que cerrar dos flecos: el modelo de incompatibilidades y el escenario parlamentario, de forma que los compañeros que presumiblemente puedan ir en las listas, o al menos han verbalizado que están en ese trámite, lo lógico es que no estuvieran en la dirección del grupo. Eso se puso en marcha, se tomaron las decisiones y hoy queda definido y cerrado el escenario político y parlamentario de cara a las municipales. Y estas navidades perfilaremos las acciones políticas en las que incidiremos, como el empleo, la economía, sanidad, educación, dependencia, endeudamiento y grandes infraestructuras estratégicas.P. ¿Qué cambió de la ejecutiva del sábado a la del jueves para relevar al portavoz?

R. Se constata con mucha evidencia ya que va a haber cambios en el Parlamento por las municipales. Empezó a flotar en el ambiente, y eso dispara el cambio en la dirección. Es normal que, si estás explicando que no se puede ser diputado y concejal, y afloran las posibilidades ya altas de que se va a formar parte de una lista municipal, se apueste por un cambio en la dirección del grupo. Eso fue el detonante.

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P. ¿Le molestó que en la ejecutiva del sábado se le discutieran las incompatibilidades?

R. No. Fue un debate absolutamente normal, en el que prácticamente todo el mundo da por aprobada esa propuesta. Con opiniones. En las incompatibilidades estamos de acuerdo todos, nadie quiere acumular cargos. Lo que sí es cierto es que llevamos 12 años estando todos de acuerdo y sin aplicarlo nunca. Y yo me comprometí en el congreso [de Pontevedra, en 2008] a aplicarlo. La del sábado era la última ejecutiva antes de la aprobación de las listas. Por eso fue un debate de lo más normal. Más sorpresa tengo cuando leo la información del domingo. Digo: esta no es la ejecutiva en la que yo estuve. Alguien dio una imagen al exterior que nos obligó a dejar claro cuál es el mensaje. Decidí cerrar todo definitivamente antes de irnos de vacaciones y convocar una ejecutiva para definir claramente el modelo de calendario, propuestas, organización parlamentaria e incompatibilidades.

P. ¿Se refiere a la interpretación que hicieron en la prensa algunos dirigentes de que en la ejecutiva no se había aprobado nada?

R. Sí. Yo quiero entender que si alguien dijo eso, que tengo mis dudas, pero si lo dijo, es que tuvo un malentendido. Porque el 99% lo entendimos como aprobado y lo dimos por aprobado. ¿Que no se votó? Es que no se vota, se aprueba por aclamación. En las ejecutivas nunca se votó, y se ha aprobado todo. En dos años no recuerdo una votación. Era un subterfugio.

P. ¿Se sintió en algún momento desafiado, desautorizado?

R. No. Yo llevo muchos años en política, y al final no olvidemos que las tensiones surgen siempre en las proximidades de las elecciones y en la elaboración de las listas. Sobre todo cuando una norma en vigor desde 1998 se aplica. Una frase muy manida es esa de que no es el momento. Siempre que hay que hacer un cambio, no es el momento. Llevamos 12 años diciendo que no es el momento. Pues ahora sí lo era, lo hemos hecho y vamos a quedar todos encantados. Porque en este partido cabemos todos, pero cada uno en un sitio.

P. ¿Le conviene al partido este ruido a cinco meses de las elecciones? ¿No se pudieron hacer las cosas mejor?

R. El problema es que se pudo haber hecho en los 12 años anteriores, pero no se hizo. El ruido nunca es bueno, salvo cuando es por una buena causa, y este ruido la sociedad sabe que significa un compromiso, que le decimos que donde haya un socialista, va a estar dedicado en cuerpo y alma a su cargo. Yo resaltaría que, de los más de 1.200 concejales que tiene el PSdeG, me atrevo a decir que más del 80% no cobra un solo euro. Nada. Y es un acto de compañerismo y lealtad estar bien repartidos. No vengo a dar lecciones a nadie, pero creo que el camino es este. Por eso para mí esto no es una batalla orgánica, sino contra el descrédito social de la clase política. Cómo nos van a creer si decimos una cosa y hacemos la contraria. Es el momento, y hay que hacerlo o sacarlo de los estatutos.

P. Pero hacer renunciar por escrito al escaño, que no baste con su palabra, ¿no es un menosprecio a los diputados?

R. No, hombre, no. No dudo de ninguno de ellos, pero el problema no es lo que dude yo, el problema es la sociedad. Y se necesita una liturgia, escenificar, demostrar. La política de gestos es muy importante. Yo me lo creo, pero la sociedad nos va a creer así mucho mejor. No hay que llevarlo a un elemento personal. Es un contrato con la sociedad, una demostración de compromiso.

P. ¿Se lo exigirá en las mismas condiciones a Javier Losada en las generales, por ejemplo?

R. A todos, a todos. Esto no tiene vuelta atrás. El escenario nacional es complejo y no puedo hacerlo ahora, pero ellos saben que cuando lleguen las generales, previamente tendrán que dimitir.

P. Su idea inicial era que el abandono efectivo del escaño fuese en enero o febrero. Ahora parece que se pospone.

R. Se pospone hasta la presentación de las listas en la junta electoral. Y a partir de ahí, se combina para que el espacio entre que dimiten y toman posesión en un ayuntamiento sea lo más corto posible. Porque un político tiene que vivir, y no debe quedarse sin sueldo.

P. Se le propuso dejar el cambio de portavoz para enero.

R. Eso transmitiría provisionalidad, perder un mes estratégico, porque seguiríamos con debates estériles todo este mes.

P. Le pidió a Leiceaga que dimitiese y aceptase el cargo de viceportavoz. ¿Se equivocó al rechazarlo?

R. No le pido que dimita, el portavoz no dimite. La ejecutiva, en cada nuevo período de sesiones, propone portavoz. Le comunico a Xocas que voy a proponer un nuevo portavoz. Pero Xocas es una cabeza política espectacular, tiene una capacidad tremenda y sabe que donde es muy fuerte es en economía. Le propuse ocupar ese espacio como portavoz de Economía. Me dijo: "Pachi, gracias, pero no me veo en este momento y prefiero estar de diputado y no pasa nada". Me hubiera gustado. Pero si fuera un ataque a Xocas yo nunca le propondría ser el número dos en el Parlamento.

P. Quizás él lo consideraba humillante.

R. Bueno, bueno. Eso no es humillación. Las decisiones políticas no hay que dramatizarlas. Hace nada le dijimos a Ismael Rego, que fue un magnífico portavoz, que presida la comisión de Economía y sin ningún tipo de humillación. Y dentro de un tiempo, alguien le dirá a Losada que otra persona será la portavoz. Lo decía De la Vega: en política siempre estamos con la maleta hecha, y sin dramas. La ex ministra de Vivienda hoy es secretaria de Estado, y la ex de Igualdad, lo mismo. Y no le oí decir que se sienta humillada.

P. ¿Por qué Abel Losada?

R. Tiene un perfil que parece diseñado para ser portavoz parlamentario. Comunicativo, se hace querer, con capacidad personal, talante... Un hombre querido, y que se conoce la casa al dedillo, la parlamentaria y la del partido. Una persona sin aristas, cordial y gratificante. Y con ese puntito de beligerancia parlamentaria. La oposición tiene que ser oposición, y en un momento determinado, con medidas de control. En los próximos dos años vamos a ser muy propositivos en el Parlamento, porque vemos que Galicia carece de propuestas. Feijóo pasó de tener soluciones para todo a decir que no las tiene para nada: ni para la deuda, ni para la sanidad, ni para nada. Y en ese momento debe haber una alternativa política, que somos nosotros. Una alternativa que diga: con los recursos que tengo, voy a gestionar este país. Feijóo dice: como no tengo recursos, voy cerrando este país. Pero no dice que no le paga a los becarios, por ejemplo. No, no, hay que hablar claro. Más allá de todos estos debates internos, Galicia nos está esperando para que hagamos una propuesta de país. Por eso no puedo tener un solo compañero que no esté al 100% con lo que tiene que estar. En ningún sitio, pero particularmente en el Parlamento. Y también exijo hilo directo con la dirección de este partido.

P. ¿Habrá pues una oposición más beligerante?

R. No cabe duda. La sociedad gallega está esperando que alguien diga algo. ¿Y dónde? Pues en el sanctasanctórum de la política gallega, que es el Parlamento. Tenemos que denunciar las cosas, pero ir más allá, elaborar un proyecto de gobierno para el país. Porque de los dos años que vienen, uno es para incentivar el control y el otro, de plena campaña de las autonómicas. Esto va lanzado. ¿Esperar a enero para hacer los cambios? No, no, a lo mejor es que los tenía que haber hecho algo.

P. ¿Qué más cambios habrá?

R. El cambio no es tanto de portavoz como de época. Los dos primeros años son muy difíciles. Es difícil ser propositivo cuando acabas de gobernar. Pero ya pasó esa época. Ahora ya se ve que Feijóo no tiene proyecto de país. Peor. Tiene el proyecto horroroso de desmontar este país. Y ahora debemos ser nosotros los que demostremos que sí sabemos cómo arreglar este país.

P. ¿Teme los recelos que puedan provocar la proximidad de Abel Losada y Abel Caballero?

R. No, eso son regates cortos. Losada estuvo con Touriño, antes de Touriño, está conmigo y estará después. Si alguna persona hay con una visión horizontal de Galicia es Losada, con muy buena relación con la gente de A Coruña, Ferrol... Eso sería ver una parte muy pequeña del problema. Abel sabe que nunca será sectario ni partidario.

P. ¿Le molestaría que el grupo forzase una votación para nombrar a Abel Losada?

R. Ni contemplo esa posibilidad. Vamos a estar todos unidos. Pasó desapercibido, pero Xocas el jueves apoyó la propuesta de Abel. Él, Modesto Pose, Mar Barcón, Beatriz Sestayo... Por eso me siento orgullosísimo de mi partido, que debate y pelea. Claro, cuando manda uno solo no hay debate ni pelea.

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