Salvat-Papasseit, el autodidacta que reformuló las vanguardias
El Arts Santa Mònica reivindica la vida y la obra del poeta
Del niño triste y huérfano que creció en un barco del Asilo Naval en la Barceloneta, al escritor vanguardista que se carteaba con Marinetti, pasando por el joven anarquista, el poeta érótico, el cronista popular y el tuberculoso que murió en un piso frío de la calle de la Argenteria con un original entre las manos. Joan Salvat-Papasseit (1894-1924) apenas vivió 30 años, pero una mirada atenta a su biografía permite ver lo poliédrico de su persona. Lo demuestra Salvat-Papasseit, poeta vanguardista català, una exposición que traza un recorrido cronológico del que fue el máximo exponente de la primera vanguardia en Cataluña.
La exhibición puede visitarse desde hoy y hasta el 3 de abril de 2011 en el Arts Santa Mònica. Se incluyen más de 100 documentos orginales y reinterpretaciones de su obra realizadas por artistas como Francesc Abad, Isabel Banal y Jordi Canudas. "Fue un autor popular por su origen, pero también por la capacidad para conectar con el público, y sin embargo, aún no ha entrado como debería en la academia", reivindica Oriol Izquierdo, director de la Institució de les Lletres Catalanes, entidad con la que se ha creado la exposición. La guían las explicaciones de Tomàs Garcés y la vertebran tres espacios: el Ateneu Enciclopèdic Popular, en el que descubrió el movimiento anarquista y ejerció de bibliotecario; las Galeries Laietanes, en la Gran Via, 613 -hoy sede de un banco-, donde el poeta, editor e intelectual conoció a dos de sus grandes amigos: los pintores Joaquim Torres-Garcia y Rafael Barrades, y por último, el sanatorio. "Recluido escribió sus versos más íntimos, luminosos", expone Maia Creus, comisaria de la exposición. Como la Gesta dels estels y La rosa als llavis.
Arts Santa Mònica también ofrece hasta la primavera dos exposición de cámara: Catalizadores, arte, educación y terrritorio, que presenta proyectos participativos de corte social que proponen relaciones directas con problemáticas de ámbito local, y una interesante exhibición sobre la relación del arte con la ciencia titulada Pensar arte, actuar ciencia, que resume el trabajo de una serie de artistas becados por el Gobierno suizo para integrarse en laboratorios científicos durante nueve meses e influir en la práctica empírica y ser influidos por ella. La primera puede verse hasta el 3 de abril y la segunda hasta el 15 de mayo.
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