Rosell asume el reto de renovar la CEOE y recuperar el diálogo social
El dirigente catalán obtiene el 62,5% de los votos frente al 34,7% del andaluz Santiago Herrero - El nuevo presidente pide profundizar en las reformas
Juan Rosell Lastortras es desde ayer el cuarto presidente de la historia de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Sustituye a Gerardo Díaz Ferrán y le toca enderezar la institución tras un periodo de intensa convulsión por la gestión y los problemas personales de este, así como recuperar la senda del diálogo social con los sindicatos y el Gobierno, al que le pide profundizar en las reformas y le brinda ayuda y aplausos "para que hagan lo que tengan que hacer".
Rosell asume el cargo tras ganar las elecciones Santiago Herrero León. El alto índice de participación (92% sobre el censo final de 770 vocales, tras la baja de 48 por no estar al corriente de pago) muestra el interés despertado entre el empresariado por estas elecciones, que, además del espíritu de cambio prometido, eran las primeras en 33 años de la CEOE. El dirigente catalán obtuvo 444 votos (62,5%) por 247 (34,7%) del presidente de los empresarios andaluces. Hubo 16 papeletas en blanco y tres nulas. El resultado fue recibido como una victoria holgada, pero no abrumadora. "Un 3-1 en términos futbolísticos, ni goleada ni victoria ajustada", comentó uno de los asistentes.
La salida de Díaz Ferrán cierra una etapa convulsa por sus problemas
El líder saliente se despide con críticas al Gobierno de Zapatero
Esta circunstancia obliga a Rosell a medir con cuidado los movimientos que haga sin vulnerar su mensaje de unidad ("ser el presidente de todos") y de renovar la patronal sin ruptura con el pasado y con el respeto al equipo gestor que deja su antecesor ("contaré siempre con la ayuda del excelente secretario general [José María Lacasa] que tenemos y su gran equipo"). "Construir de nuevo es asumir grandes responsabilidades, apartar miedos y clarificar el entorno de los problemas desde la transparencia y ser enormemente realistas, pragmáticos, objetivos y valientes", enfatizó.
La primera prueba para demostrar ese espíritu constructivo la tendrá el martes, cuando prevé anunciar el nombre de los vicepresidentes. Ayer adelantó que habrá un máximo de nueve (frente a los 21 de Díaz Ferrán), además de 46 miembros en el comité ejecutivo, entre los que Rosell quiere incluir al menos a cinco personas de reconocido prestigio. Dependiendo de quiénes sean los vicepresidentes -si mantiene a viejas glorias o da entrada a nuevos valores- se podrán evaluar esas intenciones renovadoras o si es más de lo mismo, como le vaticinan y tachan desde las filas adversarias.
El objetivo de Rosell es que haya tantas vicepresidencias de organizaciones territoriales como sectoriales, a las que se añade la de Cepyme. Se da por descontado que su aliado, el líder de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, ocupe la vicepresidencia primera, que nunca ha existido en CEOE. Para el resto se barajan los líderes de la Comunidad Valenciana, Aragón, Cantabria y Asturias, que le han apoyado, mientras en las sectoriales debe dilucidar si mantiene al veterano Carlos Pérez de Bricio (líder de Confemetal), que le apoyó, además de deshojar entre Seguros, Construcción, Eléctricas, Banca...
La incógnita es si va a ofrecer alguna representación al equipo derrotado. En el discurso no hizo ninguna referencia expresa. No obstante, en posteriores declaraciones a la prensa subrayó que "aquí hay sitio para todos porque todos somos necesarios, tendrán sitio a la mínima que lo pidan". Pero, tal como acabaron las cosas, resulta complicado pensar que Santiago Herrero se mantendrá como vicepresidente y responsable de Relaciones Laborales y su aliado Jesús Banegas como responsable del Área Internacional.
Herrero aseguró a este periódico que seguirá "colaborando" con la patronal, aunque desconoce si Rosell contará con él. Recurrió, para resumir, al poeta andaluz Vicente Aleixandre para señalar que, de momento, "la mejor manera de ser leal a los demás es serlo con uno mismo", para añadir que se centrará en la patronal andaluza a la vez que pone en duda el impulso renovador de Rosell.
Precisamente, Rosell resaltó que las reformas son la "mejor medicina" para el país. "Debemos salvar el Estado del bienestar haciendo las reformas que deben hacerse y postergando el bienestar del Estado", recalcó. Es uno de los principios fundamentales de su prédica, entre los que incluye "tener convicciones claras para recuperar la conducta ética tras los errores del pasado y la necesidad de hacernos oír y recuperar los espacios que corresponden a toda la sociedad civil siendo activos y no pasivos, tener voz y saber explicar nuestras propuestas".
Unas palabras que también podría haber dirigido a su antecesor, quien poco antes había lanzado una dura crítica al Ejecutivo: "No quiso reconocer la crisis y luego no supo atajarla, por lo que todos acabamos pagándolo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.