Prosperidad en la senda del AVE
Sevilla, Puertollano, Segovia y Calatayud exprimen su conexión a la alta velocidad con más plazas hoteleras, zonas industriales y residencias
El primer AVE llegó a la estación envuelto en dudas. El presupuesto se había disparado, no había fecha para más ampliaciones y, por una vez, el norte quería parecerse al sur. Todas las ciudades querían ser Sevilla, la primera que se subió a la alta velocidad en 1992. Casi dos décadas después, una veintena de municipios están en la red AVE. El Ministerio de Fomento, que augura más de 136.000 empleos tras la estela del tren rápido a Valencia, aún no ha estudiado el impacto en los destinos previos. Se dividen en dos grupos: los que creen que les ha tocado la lotería y los que aún esperan que les llegue el maná del tren rápido.
En el camino que va de la estación de Santa Justa (Sevilla) al centro de la ciudad han proliferado las tiendas, los restaurantes, los hoteles... "Aquí somos muy fans del AVE, que nos hizo sentirnos ciudadanos de primera", explica Rosamar Prieto, presidenta del Consorcio de Turismo de Sevilla. Cada día, 40 trenes viajan en ambos sentidos, tres veces más que cuando el tren llegó con la Expo. En 20 años se ha triplicado la frecuencia, y casi cuatro millones de personas duermen cada año en hoteles sevillanos. Hay más de 25.000 plazas. "En 2009 abrieron cinco hoteles y durante los años de crisis no ha cerrado ninguno", añade Prieto.
Málaga, la "playa de Madrid", tendrá que competir ahora con Valencia
El tren llegó a Puertollano al mismo tiempo que a Sevilla. Los casi 52.000 habitantes del municipio manchego viven divididos por una cicatriz: la línea férrea del AVE que atraviesa el valle. "Siempre recomiendo a otros alcaldes que tengan cuidado porque esa vía es un surco infranqueable, es muy problemático hacer puentes", explica el alcalde, Joaquín Hermoso. La alta velocidad mejoró su industria, pero redujo la población. En los noventa, los vecinos se marchaban a vivir a Ciudad Real, a 15 minutos en AVE. "Perdimos 2.000 habitantes". Después mejoraron los servicios y con ellos la población: ganaron 7.000 residentes.
En industria, Puertollano saca pecho. Dice el alcalde que, gracias al tren rápido, están entre las 30 ciudades más industrializadas de España, según el Anuario Económico de España 2010 de La Caixa. Tienen la única refinería del interior de España y ofrecen minería y energías renovables a 55 minutos de la capital.
Málaga se ha llenado de madrileños. El tren se ha convertido "en la principal puerta de entrada del mercado de la capital de España", según Elías Bendodo, concejal de Turismo de Málaga. El número de madrileños alojados en los hoteles ha crecido un 20%. Hasta hoy, la ciudad de la Costa del Sol tenía la exclusiva como "playa de Madrid". Ahora Valencia, más cerca del centro, le disputará ese título. "Evidentemente, entramos en competencia, pero no tenemos miedo porque estamos consolidados: el 80% de los turistas que vienen, repiten", concluye el edil.
"Inauguramos el AVE el día del Gordo de Navidad y ciertamente nos tocó la lotería". Pedro Arahuetes, alcalde de Segovia, es acérrimo defensor de la alta velocidad, que le deja en Madrid en 25 minutos. "Uso el tren siempre que puedo, es rápido, seguro y más barato", confiesa. Arahuetes asegura que cada año aumenta el 10% el número de visitantes, que el pasado julio rozó los 59.000, según datos regionales. La ciudad aspira ahora a convertirse en un barrio más de Madrid.
Calatayud sigue esperando. El trazado del AVE a Zaragoza dejó una estación en este municipio de casi 22.000 habitantes en 2003 pero su efecto no se nota demasiado. "Esperamos que el boom llegue en un par de años", asegura el regidor, Victor Javier Ruiz de Diego. No han vivido ninguna explosión urbanística ni han terminado el proyecto industrial previsto, un minipolígono tecnológico -con empresas de programación, ingeniería y robótica- en el que ofrecerán precios más competitivos que Madrid, a menos de una hora de la capital en AVE.
Mateo Turró, catedrático de Transportes de la Universidad Politécnica de Cataluña y antiguo miembro del Banco Europeo de Inversiones, advierte de que planear después del AVE (y no antes) es como perder el tren. "La alta velocidad tiene un potencial que deben de aprovechar sobre todo las ciudades pequeñas, y para eso necesitan estudios y planeamientos previos para sacarle partido", recomienda.
Francisco Fonseca, representante de la Comisión Europea en España, destaca que la red es un éxito de cohesión y anima a los municipios a adaptarse. "La alta velocidad ha descentralizado los servicios en ciudades como Londres, y Madrid va por el mismo camino: Toledo y Segovia son como barrios residenciales de la capital", explica. Con la gran disminución del tiempo invertido en recorrer la misma distancia, "un madrileño puede ahora visitar la Sagrada Familia y volver en tren en el día", añade Fonseca.
Desde ahora, también podrá almorzar una paella en Valencia y regresar a Madrid antes de la cena.
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