El Madrid impone su sangre fría

Fue un partido de ida y vuelta para los dos equipos. Tanto el Caja Laboral como el Madrid se vieron vencedores y vencidos. Los jugadores de Ettore Messina mostraron a ratos su ocasional falta de regularidad y madurez, pero en otros ofrecieron momentos de buen juego. Los de Dusko Ivanovic actuaron a tirones y no mostraron solidez. La sangre fría en los instantes finales concedió al Madrid una merecida victoria.

Messina eligió a Prigioni de base para dominar el partido y a Fischer para dar problemas a Barac. Sin embargo, la estrategia no surtió el efecto deseado e introdujo a Sergio Rodríguez cuando vio que Huertas iba a entrar en la cancha. Mientras tanto, Reyes se hinchaba a anotar puntos. En el segundo cuarto, el Madrid, que gracias a este triunfo se mantiene líder, se difuminó por culpa de un brillante Barac, quien al principio, sin embargo, se vio maniatado por el juego coral de los madridistas.

Los problemas ofensivos de los de Messina eran evidentes y no fueron capaces de marcar hasta bien pasada la mitad del cuarto. El Caja Laboral había elevado mucho su potencial defensivo y el Madrid tampoco atinaba en la canasta. Barac se comía a los pívots del rival mientras Messina probaba y probaba sin encontrar la fórmula para frenarle. Con 10 puntos de ventaja en el marcador, los de Ivanovic dominaban ya un encuentro vital para recuperar el liderato en la ACB.

La moral del cuadro vitoriano se vino abajo tras el descanso. Suárez y Reyes supieron imponer su ley bajo los tableros mientras la defensa local se resquebrajaba tanto como el acierto en las canastas. Recuperó el Caja Laboral el tiro exterior de la mano de Logan y Ribas, pero no logró volver al juego estático, que tan cómodo le resulta.

Sergio Rodríguez impuso una endiablada velocidad en la cancha y consiguió que el partido se pusiera de cara al Madrid a pesar del acierto de Teletovic. Fischer y Tucker aguaron la breve fiesta de los locales devolviendo la ventaja en el marcador a los madridistas: 66-69. El juego se ralentizó por las faltas tácticas para evitar las canastas fáciles del equipo rival. Y en ese duelo el Madrid demostró más sangre fría y se llevó el partido.