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Reportaje:REAL MADRID-LYON | LIGA DE CAMPEONES Y LIGA EUROPA | Sorteo de los octavos y los dieciseisavos de final

El equipo de Aulas

El Lyon lucha por superar su crisis futbolística bajo el liderazgo de su presidente, el empresario que lo situó entre los grandes de su país

Diego Torres

"Puel, dimisión". En la curva norte del estadio de Gerland. Colgada del puente Bonaparte, sobre el Ródano. "Puel, dimisión". En el centro de Lyon. Las pancartas circularon hasta hace dos semanas y se multiplicaron por todas partes. Firmadas por los Bad Gones 1987, un grupo ultra muy representativo de los hinchas del Olympique, unas 50 banderolas de 20 metros fueron desplegadas para pedir un cambio drástico en el banquillo del equipo que dominó el fútbol francés con mano de hierro durante el último decenio. A finales de septiembre, tras perder el duelo contra el Saint-Étienne (0-1), la crisis había sucedido a la hegemonía. Un comienzo de temporada mediocre parecía anticipar una profundización en los problemas y el público tomaba la iniciativa señalando la cabeza del entrenador, el desabrido Claude Puel.

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Si hay un modo populista de afrontar una crisis, el presidente, Jean-Michel Aulas, eligió la dirección exactamente opuesta. Saltó al césped, se fue en busca de la multitud más belicosa y la conminó a dejarse de bulla. Aplacada la audiencia, bajó a por los actores. Entró en el vestuario, se encerró a solas con los jugadores y les pidió respeto para Puel después de atender a sus argumentos. No le convencieron. Tampoco le convenció el capitán, el brasileño Cristiano Marques Gomes, Cris, que se limitó a decir algo que suelen repetir los futbolistas sobre los técnicos que no les intimidan con su autoritarismo: "Puel es un entrenador nulo".

Para zanjar el asunto, Aulas llevó la tensión al punto de ruptura. Convocó a Cris en su oficina de cristal, en la imponente sede de CEGID, su empresa informática. Cuando entró en el despacho, el jugador se encontró con Puel. Entonces Aulas le invitó: "Repite ahora lo que dijiste en el vestuario". Cris se arrugó y, verificada su humillación, la autoridad de Puel quedó blindada. Desde entonces el Olympique no ha perdido ni un solo partido en la Liga.

En el campeonato francés la curva es ascendente. Tres empates y siete victorias en las últimas 10 jornadas. En la Liga de Campeones, su recorrido por el Grupo B fue accidentado: tres triunfos, una igualada y dos derrotas frente a rivales sin grandes aspiraciones: el Schalke, el Benfica y el Hapoel. "Dentro de dos meses seremos más fuertes", proclamó ayer Aulas al conocer que el sorteo europeo le enfrentaría al Real Madrid.

Aulas sabe que la historia le respalda. También sabe que su equipo eleva su rigor competitivo cuando afronta situaciones decisivas. Seis veces se ha medido al Madrid en inferioridad de condiciones y nunca fue derrotado. El balance es de tres derrotas y tres empates. El último cruce, la temporada pasada, acabó en la eliminación madridista y la decisión de Florentino Pérez, el presidente, de despedir al chileno Manuel Pellegrini, el técnico, al final de la temporada. Hace un año, la mayoría de los dirigentes del club blanco celebraron el resultado del sorteo como una posibilidad clara de alcanzar los cuartos de final. Como hoy, el Madrid era segundo en la Liga, a dos puntos del Barça, y la plantilla miraba el horizonte de la Champions con optimismo. Pero un 1-0 en Gerland y un 1-1 en el Bernabéu abatieron al Madrid en los octavos por sexto curso consecutivo.

También sabe Aulas que su equipo tiene margen para crecer. Restablecido el poder del entrenador, ahora queda recuperar a Toulalan, lesionado; a Lloris, el portero, que últimamente se muestra dubitativo, y a Gourcuff, el ex mediapunta del Burdeos, fichado este verano por una cifra récord en el fútbol francés (22 millones de euros), pero incapaz hasta ahora de llevar la manija.

A la espera de tonificarse, el Lyon ya exhibe la mejor versión de Lisandro, su goleador y su referencia moral. El argentino volvió gordo de las vacaciones de verano y tardó dos meses en sintonizar su juego con el del equipo. Desde que conectó, empezó a marcar. Y desde que marca el Lyon no pierde. A los 27 años, Lisandro es un delantero completo. Aguerrido, fuerte, inteligente para interpretar los partidos, valiente y regateador, destaca por su eficacia: lleva siete goles con 11 remates. Casi siempre partiendo desde la izquierda y dejando a Gomis como referencia arriba.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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