El pop salvó a la psicodelia
Es cierto, no parecen los mismos. En el Primavera Sound de 2008 eran un grupo de amigotes que habiendo libado más de la cuenta disfrutaban de sus ocurrencias dándose la casualidad que delante, fíjese usted, había público. Fue el suyo un concierto descacharrado y caótico que desdecía la sensación de estar ante una banda con futuro. Por contra, la noche del jueves, en un Razzmatazz lleno con todas las entradas vendidas, MGMT parecieron un grupo más serio, controlado, eficiente y disciplinado.
Pero no fue sólo por esto por lo que pudo pensarse en que MGMT son una banda cuya popularidad no necesariamente ha tocado techo. La presencia de público femenino de la franja 18-21 años y el buen resultado general de la actuación provocarán de forma inexorable que la próxima vez acudan todos los amigos de estas avanzadas jóvenes que el jueves eran como pioneras de su grupo de edad en un contexto dominado por personas más adultas que ellas. Pero para todos, MGMT desplegó el encanto visual de su psicodelia, de sus sonoros círculos en espiral, de sus melodías retorcidas, su sabor añejo y de un espectáculo visual con paramecios. Psicodelia pop.
MGMT
Razzmatazz
17 Diciembre 2010
Aun con todo, lo más destacable del grupo sigue siendo su apellido: pop. Cuando MGMT la clavan, lo hacen con canciones estimulantes, burbujeantes y llenas de euforia. En mayor o menor grado son temas como Electric feel, su inenarrable Kids o Time to pretend. No son muchas las canciones en las que una melodía afortunada da sentido a las derivaciones, que sin este apoyo quedan en meras especulaciones. Aun con todo, su concierto, concluido con un tema lento, hele ahí narices, mostró a una banda que aún tiene camino para crecer en popularidad. Quizás lo haga. Aunque necesita más Kids.
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