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Crisis en la Universitat de Barcelona

- El claustro pide a la Generalitat que destituya al presidente del Consejo Social - El rector, Dídac Ramírez, recibe un duro voto de castigo

La crisis le ha estallado a la Universidad de Barcelona (UB). El claustro reunido ayer aprobó un acuerdo sin precedentes: pedir a la Generalitat que destituya al presidente de su Consejo Social, el empresario Joaquim Coello.

De poco sirvieron las llamadas del rector, Dídac Ramírez, diciendo que "todas las diferencias son superables" y su petición de concordia para que "la universidad no sea noticia por sus problemas internos". El cese de Coello fue pedido por el 70% de los miembros del claustro tras una maratoniana sesión de más de siete horas. El claustro es el máximo ente de representación de la comunidad universitaria. Reúne a profesores, personal no docente y a estudiantes. El claustro también infligió un castigo al rector, ya que su informe de gestión fue aprobado por un estrecho margen: tuvo a favor el 46% de los votos y en contra el 42,7%. El resto de los miembros del claustro se abstuvieron o votaron en blanco. Votaron 152 de los 300 miembros del claustro.

El entorno de Coello dice que la petición de que cese es ilegal por falta de quórum

Fueron los alumnos quienes lograron meter en el orden del día la petición de cese de Coello. El rector la incluyó y de ahí la reprobación al presidente del consejo. Pero el rector no está obligado a trasladar a la Generalitat el acuerdo del claustro de que destituya a Coello, aunque lo hará, dicen en su entorno. Y el Gobierno catalán no tiene porqué hacer caso al claustro y cesar a Coello. Además, el Gobierno catalán está en plena mutación y habrá otro Ejecutivo a final de mes.

Coello ha dicho que pondrá su cargo a disposición del nuevo Gobierno catalán, ya que fue nombrado por el Gobierno tripartito en 2007 y ahora quiere dejar manos libres al futuro Ejecutivo de Artur Mas. Pero tampoco dimitirá y esperará a que el nuevo Gobierno decida.

Coello está de viaje en el extranjero. Desde su entorno se aseguraba ayer que el acuerdo de pedir su destitución no se atiene al reglamento. Según estas fuentes, se precisa al menos un quórum de 100 miembros del claustro para poder votar. Ayer solo 90 personas votaron la salida de Coello, por lo que con el reglamento en la mano no hubo quórum. Pero fuentes del equipo de gobierno dijeron que algunas personas se abstuvieron y consideraron válida la votación.

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El documento que sirvió de base a la petición contra Coello dice que ha bloqueado un acuerdo impidiendo aprobar un pacto de mejora para algunos empleados de la UB. También le reprocha no haber aportado más financiación para la universidad e impulsar un cambio de modelo de gestión de corte empresarial que haría peligrar la autonomía universitaria, según el documento.

La petición de cese de Coello fue tomada en votación secreta, por lo que resulta imposible saber de qué sectores llegaron los votos contrarios. Lo que está claro aritméticamente es que no solo vinieron de los estudiantes, porque estos apenas son un 10% del claustro y tampoco únicamente del personal no docente, que supone el 20%, sino que también hubo votos en contra de los profesores de a pie y de los directores de departamento y de facultades que son más de la mitad del claustro.

El Consejo Social y el Rectorado han mantenido discrepancias sobre la gestión económica y las cuentas de la Universidad de Barcelona. Al equipo de Gobierno que preside el rector le corresponde hacer el presupuesto y la gestión del día a día. Al Consejo Social, aprobar en última instancia el presupuesto de la UB y supervisar las cuentas que formula el equipo de gobierno. Las relaciones entre Ramírez y Coello, correctas en las formas, se han deteriorado dicen en la UB porque ambos se arrogan el éxito de haber logrado eliminar el déficit y de hacerlo en plena crisis económica.

Respecto al informe del rector no es la primera vez que se producen votos en contra. El año pasado el 37,5% de los votos del claustro no aprobaron su gestión frente al 42,7% este año. Paradójicamente, se castiga al rector en un año dulce en resultados: la UB aparece en cabeza en varias clasificaciones universitarias, es la única universidad que ha obtenido dos campus de excelencia y ha atajado el déficit y equilibrado sus resultados en plena crisis.

Hay algunos "que no perdonan que ganamos las elecciones hace dos años", dijo uno de los allegados al rector que pidió el anonimato.

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