El desplome de una fachada en Ferrol obliga a desalojar un edificio
El exterior de la cuarta planta se derrumbó sobre la calle de madrugada
La fachada del cuarto piso del número 7 de la calle Cataluña se desplomó ayer sobre la calzada. Ocurrió a las 3.50 de la madrugada, junto a la entrada de urgencias del centro de salud Fontenla Maristany, cerca de la plaza de España. El piso estaba deshabitado y nadie resultó herido. Los cascotes cayeron sobre un coche que estaba aparcado y que sufrió graves desperfectos. Los dos vecinos que dormían en la primera y segunda planta del edificio fueron realojados, por seguridad, y no podrán pernoctar en sus casas.
La estructura cayó de repente, casi en bloque. Abrió un enorme hueco en la cuarta planta del inmueble. Sólo dos de las cinco ventanas del cuarto piso quedaron en pie. El resto de la fachada se estampó contra la calzada.El edil ferrolano de Urbanismo, Ángel Mato, apuntó al mal estado del tejado como causa probable del desplome. Las fuertes lluvias de las últimas semanas acabaron por desbaratar una cubierta ya desvencijada y muy deteriorada, sin el mantenimiento adecuado. Los materiales se descolocaron y la fachada del último piso acabó soportando "un peso excesivo", hasta que se desplomó sobre la calle con una cascada de escombros.
El Gobierno local, que dirige en minoría el PSdeG, se puso manos a la obra para desmontar "de forma controlada" el resto de la fachada de los pisos más altos para evitar que los cascotes sigan cayendo. El Ayuntamiento notificó lo ocurrido a los propietarios del inmueble, que no residen en la ciudad, y que tendrán que asumir sus responsabilidades por el desplome, además de reponer el tejado y la fachada.
Grietas
El edificio se construyó a mediados del siglo pasado. Conserva las ventanas de madera y la pintura ocre, y estaba plagado de grietas, aunque externamente no era de los más deteriorados del centro. Las dos primeras plantas estaban alquiladas a dos vecinos, que ayer tuvieron que empaquetar sus cosas en cinco minutos y abandonar su casa escoltados por los bomberos. Uno de ellos todavía dormía cuando lo despertaron los servicios de emergencias y pasó el resto de la noche en su furgoneta.
En abril del 2008, otro viejo edificio de la calle Magdalena se desplomó sobre la calzada, un sábado a las cuatro de la tarde. También en aquella ocasión los daños fueron solo materiales y afectaron a varios coches aparcados en la calle.
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